“Asumir ritmos diferentes y honrar los procesos es una manera de resistir. La compasión es resistir. Visibilizar identidades es resistir”, compartió la cantautora Lizbeth Román.
Con la fuerza de estas premisas, artistas queer reafirmaron que su lucha consiste en seguir abriendo espacios que reconozcan y visibilicen todas las intersecciones para deconstruir una industria musical heteronormativa dominada por hombres.
El Diálogo de existencia y resistencia: mujeres queer en la música reunió a Román, compositora de música y teatro; Kaya Té, DJ y miembro de la LAVANDA; Adriana Santoni, compositora y percusionista de Plena Combativa; Nore Feliciano, cantautora y guitarrista; Lizmarie Torres, cuatrista y educadora; Maricelis Nogueras, cantante y parte de Malabroma; y Melissa Orsini, moderadora del encuentro.
La charla, organizada por la Red Puertorriqueña de Mujeres en la Música, abrió la conversación sobre cómo el género y las respectivas orientaciones e identidades han influido en sus carreras musicales. Asimismo, la actividad sirvió para celebrar y cerrar el mes del orgullo de la comunidad LGBTTIQ+.
La teoría queer reta la heteronormatividad, norma social relacionada con el comportamiento heterosexual estandarizado, y rechaza clasificar a las personas por su orientación sexual o por su identidad de género.
“La representación es lo más importante. Las otras personas tienen que vernos para ver que es posible. Debemos estar bien dispuestes a escuchar y a pensar en nuestras propias experiencias para saber cómo tratar a les demás personas porque todes nos hemos sentido fuera de lugar”, compartió, por su parte, Kaya Té.
Narró varias experiencias en las que su cuerpo ha sido sexualizado, y ha enfrentado la opresión junto a sus colegas por vivir su verdad.
“Debemos utilizar nuestros privilegios si algún momento vemos a une compañere en peligro o en lugar incómodo. Mucho tiempo hemos estado callades. Debemos tener cero tolerancia a la violencia en nuestra comunidad”, sostuvo.
Kaya Té insistió en ser conscientes de todas las personas que han abierto camino para que intérpretes queer tengan mayor libertad y espacio.
“Llevamos siendo oprimides por tanto tiempo por quienes somos de verdad”, añadió.
La reunión, transmitida por la plataforma Zoom, fue propicia para el acompañamiento y empoderamiento, en un espacio donde los participantes escuchaban y comentaban sobre el trabajo de les artistas.
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Rompiendo barreras impuestas
Por su parte, la percusionista y fundadora de Plena Combativa explicó que a través de su proyecto político-cultural da protagonismo a las mujeres y rompe barreras de desigualdad en un género dominado por hombres.
“No es que ninguna mujer está tocando. Es que nadie las está exponiendo”, expresó Santoni.
Del mismo modo, argumentó que la ejecución de un instrumento traspasa los sesgos del género.
“En la plena, mientras más fuerte sea el golpe, más la gente aplaude”, añadió.
Ella insistió en que lo importante debería ser la armonía en el grupo y cómo se complementan para que todes se escuchen. Santoni compartió que ya lo queer no se enfoca solo en las mujeres.
“Se enfoca en cómo el sistema patriarcal en el que vivimos afecta a todes. En este mundo, mientras más intersecciones uno tiene, más opresiones vive. Yo quiero que nos validen y sean inclusivos a todes”, apuntó la requintera.
En el encuentro, la guitarrista Vanessa Irizarry, del grupo Las Atípicas relató cómo, a través de los años, ha vivido el rechazo por ser diferente y por deconstruir estigmas sociales.
“Ser mujer músico, lesbiana y vieja nos sigue poniendo capas”, expuso Irizarry.
“Verlas en los escenarios nos llena de orgullo”, dijo sobre su experiencia con artistas jóvenes.
Por su parte, Torres contó que ha perdido oportunidades por no querer acatar reglas de vestirse para tocar en una actividad. Del mismo modo, explicó que se ha sentido cohibida en muchas ocasiones por personas que tienen los contactos para que sus carreras progresen.
La cuatrista puertorriqueña reconoció que ahora se está exponiendo más por la fuerza que grupos queer y feministas han generado en ella.
Además, dijo que la música jíbara es para disfrutarla todo el año, y no solo en Navidad. La intérprete invitó a reconocer las barreras comerciales dentro de la misma industria.
“La clave es seguir construyendo comunidad. No nos pueden borrar. Somos parte de esta isla”, declaró Kaye Té.
“Hemos existido siempre”, concluyó Orsini.
Este conversatorio sirvió para que les artistas conocieran el trabajo de sus colegas. Asimismo, insistieron que en un futuro desean colaborar y producir música en colectivo, principalmente, uniendo todas las intersecciones.
“Empecemos a colaborar más entre nosotres. Exponernos más”, sostuvo Lizmarie Torres.
La Red Puertorriqueña de Mujeres en la Música comenzó un proyecto para reunir la información de músicas de todas las identidades en la isla para generar un directorio. Si deseas incluir tu información para que conozcan tu trabajo, tendrías que llenar un formulario de inscripción.