El cine, como forma de arte, ha sido históricamente un espejo de la sociedad. Sin embargo, no siempre las historias que nacen en los márgenes tienen la visibilidad que merecen. En Puerto Rico, y particularmente en el centro del país, muchos artistas se enfrentan a la falta de recursos y representación. El cortometraje Los Santos expone esta situación, al visibilizar la vida en la montaña y tocar temas como la sanación familiar, la apertura a lo cuir y la importancia del misticismo en la cultura puertorriqueña.
La producción ganó en noviembre el 48 Hours Film Fest Puerto Rico, una competencia internacional en la que equipos de cineastas crean un cortometraje desde cero en solo un fin de semana. Este año, el filme representó a Puerto Rico en el festival Filmapalooza, en Seattle, donde compitió junto a otros proyectos ganadores de 130 países. Como resultado, fue seleccionado como uno de los ocho cortometrajes que se exhibirán en el Short Film Corner del Festival de Cannes, que se celebrará del 13 al 24 de mayo de 2025, siendo la primera vez que Puerto Rico contará con tal representación.
El proceso de creación de Los Santos se desarrolló en un plazo de 48 horas, siguiendo el formato del festival. El equipo de Clase Maestra, compañía de teatro cayeyana, escribió, grabó, editó y organizó la participación de actores y actrices para darle vida a la historia en solo dos días. El elenco del filme incluyó a la reconocida actriz Lillian Hurst, William Piedra Ebra, Jorge Antares y Rosabel Otón. No hubo fondos externos ni recursos disponibles para llevarlo a cabo, solo la motivación de dar visibilidad al trabajo artístico de las montañas puertorriqueñas. “Este festival no es como otros, donde se pueden solicitar fondos. Se trató de una oportunidad para dar a conocer nuestro trabajo en el cine”, explicó Jorge Pomales Figuera, guionista de la obra y miembro de la familia en la que se inspira la historia.
El filme, de siete minutos de duración, cuenta la historia de “Lola” –interpretada por la actriz puertorriqueña Viviana Calderón Rivera–, quien regresa a su hogar después de diez años para encontrarse con una familia que ya no reconoce, y enfrentarse a la muerte de varios familiares. La trama, inspirada en hechos reales, está cargada de elementos místicos que conectan con las creencias espirituales de la familia, particularmente en lo relacionado con la sanación a través de cantos y rituales.
Pomales Figuera explicó que “la historia de la familia que vive en la montaña está profundamente marcada por el misticismo”. “Los cánticos eran una creencia que mi familia tenía para liberar el alma de un ser querido. Vivir en la montaña tiene retos, pero también tiene una riqueza que no siempre se visibiliza”, afirmó.
Además de resaltar ese elemento místico, los miembros del equipo descubrieron en el proceso de filmación que el cortometraje también debía reflejar lo que vivían como artistas. “La historia tiene que ser honesta, tiene que reflejar lo que somos, lo que estamos viviendo. Por eso, pusimos toda nuestra energía en contarla desde nuestra realidad”, afirmó el guionista.
Parte de la génesis del proyecto, según relató, surgió de las reuniones diarias que tenían sus tías para orar y cantar por quienes estaban en dolor. Esos encuentros lo inspiraron a narrar una historia con una fuerte presencia de mujeres con la que busca acentuar lo fundamental que son en la preservación de las tradiciones espirituales y generacionales en la montaña. “El conocimiento viene desde una conexión ancestral y también es un conocimiento indígena que se mezcla con lo religioso de distintas esferas más allá de cualquier ideología. Se da un sentido de misticismo, espiritualidad y hasta de goce en ello”, añadió la actriz cidreña Viviana Calderón Rivera, mientras recordaba cómo su abuela le transmitió esos saberes ancestrales que se pasan de generación en generación.
Los Santos también entrelaza las costumbres y creencias familiares con la temática cuir. El cortometraje aborda este tema mostrando cómo las nuevas generaciones enfrentan y desafían las creencias conservadoras, permitiendo una sanación y comprensión dentro de la familia.
Es por ello que el personaje de “Lola” es tan fundamental en la historia, ya que representa la interseccionalidad de lo femenino, lo cuir y lo místico en el encuentro familiar Es a través de ella que se abre la puerta a la diversidad. Calderón destacó que este personaje –fundamental en la narrativa del cortometraje– la regresó a sus inicios como artista de la montaña, reconectado con sus saberes. Dijo que interpretar a “Lola” representó tanto un desafío como un logro en su joven carrera.
Clase Maestra ha organizado múltiples actividades de recaudación de fondos para continuar resaltando el arte en la montaña y visibilizar los obstáculos y la lucha que se da en el campo al realizar arte. “Estamos creando arte, pero como artistas de la montaña, es complicado encontrar el apoyo necesario para poder seguir trabajando en nuestros proyectos. Los recursos son limitados y las oportunidades escasas”, señaló Pomales Figueroa.
Pero ganar el 48 Hours Film Fest Puerto Rico le ha dado esperanza al guionista y al resto del equipo para seguir exponiendo la vida, las creencias y las historias de las personas que viven fuera de los centros urbanos. “Queremos que la gente vea que en las montañas de Puerto Rico también se está creando arte de calidad, con historias profundas y reales”, compartió.