En junio de 2022, tuve la oportunidad de participar del Global Black Feminisms Writing Retreat, auspiciado por The Black Studies Collaboratory (BSC) de University of California, Berkeley, en Sonoma, California. La invitación a ese retiro para profesoras negras me tomó por sorpresa. No fue hasta el día que viajamos en auto, de Berkeley a Sonoma, que supimos quiénes participarían de la singular experiencia.
Durante cinco días, 14 mujeres negras tuvimos la oportunidad de desconectarnos de las rutinas diarias, pero de conectarnos entre nosotras. No teníamos que explicar nada. Sabíamos que necesitábamos acompañarnos no solo en la clase de yoga, en los momentos de diálogos colectivos, en los desayunos, almuerzos y cenas; también, estar, ser. Allí, nos sentipensamos a la par que escribíamos y nos apoyábamos mutuamente.
Tianna Paschel, socióloga y profesora en UC Berkeley, conocía mi trabajo académico. Al igual que a mí, les estaba siguiendo la pista a otras compañeras que conformaron aquel selecto grupo. Gracias a esa iniciativa, tuve la oportunidad de conocer a académicas de primer orden, y me gané dos amigas: Nadia y Bruna. Nosotras éramos las tres AfroLatinas junior scholars del grupo. Por la relación de Afrosororidad que exhibíamos con tanta naturalidad, nadie podía creer que nos habíamos conocido en el retiro.
Las gestoras del BSC, Tianna Paschel y Leigh Reiford, eligieron un hotel porque saben que a nosotras las mujeres negras nos cuesta más acceder a esos espacios. Prepararon un programa extraordinario de actividades que combinaba horas de escritura con procesos de entrecuido porque saben que esa es la utopía de muchas académicas negras. Ellas hicieron realidad un sueño compartido.
Una tarde, mientras cuatro de nosotras conversábamos en una terraza, una mujer blanca se nos acercó muy sonriente. Esto fue lo que compartí en mi Facebook de aquel día de verano:
Cuatro mujeres negras comiendo y conversando en una área abierta en un hotel en California. Una mujer blanca,
extremadamente sonriente, se acerca y dice: “I don’t know what you’ll are doing, but seems fun, and I love it.”
A la mujer blanca, le diría que estamos VIVIENDO y normalizando nuestra existencia en espacios donde no se espera que estemos en Afrosororidad disfrutando y no ejerciendo trabajos de servidumbre. #BlackJoy #BlackScholars #GlobalFeminisms
P.D. No hemos dejado de celebrar a Francia Márquez
El 3 de enero de 2023, recibí un mensaje cuyo asunto leía: “SAVE THE DATE: Black Futures Retreat 2023”. Esta vez, el retiro se llevaría a cabo en octubre en Yosemite, CA. ¡Qué bonita manera de empezar el año! Con la experiencia del verano 2022, por supuesto, iba a estar en la cuenta regresiva para repetir la experiencia. Mis amigas Bruna y Nadia me avisaron que irían. Nos emocionaba muchísimo reencontrarnos y volver a compartir con nuestras colegas. Todas pensábamos que sería el mismo grupo del Global Black Feminisms Writing Retreat. Para nuestra grata sorpresa, cuando llegamos al punto de encuentro, “at the top of the Crescent Lawn at UC Berkeley”, desde donde partiríamos en autobuses a Yosemite, se seguían sumando rostros negros sonrientes. “¡Wow! ¡Mira, qué sorpresa! ¡Tanto tiempo! ¡Tú, aquí! ¡Qué bueno verte!”. No faltaron los abrazos y los saludos afectuosos de personas conocidas y otras desconocidas. Nos acomodamos, con nuestros equipajes para cinco días y cuatro noches, en varias guaguas, y llegamos a un hotel, reservado solo para nosotres, en Yosemite.
Hay estadísticas que indican que, de las personas que visitan Yosemite National Park en California, menos del 5% son Afroestadounidenses. Leigh y Tianna escogieron el lugar con la intención de que todas las personas que han participado de los distintos procesos que han desarrollado desde el BSC por tres años pudiésemos disfrutar en un lugar que, aunque nos es ajeno, nos proporcionaría alegría, Black Joy!
El Black Futures Retreat fue un experimento extraordinario:
The Retreat is an experiment grounded in Black feminist praxis and will include a series of utopia-building workshops, art showings, radical experiments in world building, curated conversations, and healing spaces. Over the course of the Black Studies Collaboratory grant, we have been thinking a lot about respite, sustainability, and collective care. In that vein, we are imagining a retreat program that includes plenty of breathing room and an invitation to simply rest…
Una mañana, después de reunirnos en el área de la piscina para hacer la foto grupal, me quedé conversando con mis amigas Nadia y Bruna. Estábamos imaginando nuevos encuentros académicos para seguir reflexionando sobre nuestras experiencias como académicas y activistas AfroLatinoamericanas y AfroLatinas. Una mujer blanca se nos acercó. “Las interrumpo porque mientras estamos aquí en este paraíso, están matando personas en Gaza. A las 2:00 de la tarde, nos reuniremos para hacer pancartas…”, advirtió. Si dijo algo más, no la escuché. Me quedé en su desacertado comentario sobre el paraíso, y me pregunté qué hacía ella allí entonces.
Otra vez, una intervención de una persona blanca nos tomó por sorpresa y no supimos responderle. Allí, ninguna persona negra pasaba por alto lo que ocurre en contra de nuestres hermanes palestines. Si alguien puede sentir empatía, es la gente negra que continúa sobreviviendo etnocido, genocidio y esclavización. Sin embargo, el privilegio blanco insiste en quitarnos nuestra humanidad, y no pierde oportunidad para imponer sus agendas políticas. Ojalá y una pancarta les devolviera la vida a les niñes palestines asesinades.
Cenar con tanta gente que se parece a mí, sentirme vista en la sonrisa de otras hermanas negras y hermanos negros, ser testigo de la alegría radical de les niñes negres que asistieron al retiro, invitar a la mesa del desayuno a la anciana del grupo, cenar con Ericka Huggins, exlideresa del Black Panther Party, y tener el privilegio de ser parte del grupo que hizo historia al ennegrecer el parque nacional Yosemite, me dio vida. Los futuros negros son posibles. Hagamos de los presentes negros una realidad también.
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