Fotos por Ana María Abruña Reyes
Ante la inacción del oficialismo del Departamento de Educación (DE) para implantar un currículo con perspectiva de género, las educadoras con la conciencia de su importancia buscan estrategias para atajar las bases de la inequidad de una sociedad patriarcal desde sus espacios, en sus escuelas.
Las maestras Alejandra Lara Infante y Chavely Santiago Villoch, y la trabajadora social escolar Lydimar Garriga Vidal se unieron, ayer, miércoles, para hablar sobre sus formas de educar desde la equidad, en el panel inaugural de la jornada de perspectiva de género y periodismo investigativo de la Unidad Investigativa de Género, una alianza entre Todas y el Centro de Periodismo Investigativo (CPI).
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Las estrategias que utilizan las maestras van desde crear un espacio seguro en el que se empleen términos neutrales e inclusivos, hasta extrapolar la mitología a la cotidianidad de la culpabilización de las mujeres y usar la historia para empoderar a las niñas.
En el caso de la trabajadora social Garriga Vidal, considera que la perspectiva de género está integrada transversalmente en los valores de su profesión. Desde su trabajo en una escuela elemental, integra este método de análisis al propiciar intervenciones justas con los miembros de la comunidad escolar.
Las experiencias concretas de las panelistas en la faena por la equidad en la educación aterrizaron la conversación que auspició la coalición feminista Coordinadora Paz para las Mujeres y moderó el periodista José Encarnación Martínez, que investiga temas de Educación para el CPI.
El estudiantado merece una formación con perspectiva de género
En una dinámica que realizó Santiago Villoch con sus estudiantes, salió a relucir que aspiraban a tener baños inclusivos, que incluso la infraestructura estuviera pensada desde la equidad y fuera del binarismo.
“Los estudiantes tienen que apropiarse de sus procesos. Cuando lo ven, lo perciben y lo pueden decir, creo que se transforma el proceso educativo completo”, aseguró la docente, quien enfatizó que los niños están conscientes de todo lo que sucede en el país.
Asimismo, Lara Infante compartió que una madre le indicó que, desde que su hijo tomaba su clase, había definido sus posturas hacia la defensa de los derechos humanos.
“Me sentí muy bien porque sé que el mensaje está llegando, que esos pensamientos se están transformando y que estoy brindando un espacio para que ellos puedan pasar por ese proceso de deconstrucción”, expresó la también periodista del medio Todas.
El reto de implementar perspectiva de género individualmente
Para Santiago Villoch, uno de los retos más grandes es la posible autocensura y el debate interno con lo que se puede y debe hacer.
Lara Infante comparte esa inquietud. Comunicó que una estudiante le dijo que le gustaba su clase, pero que debía tener cuidado por las posibles quejas de los padres, cosa que había ocurrido.
Por su parte, Garriga Vidal considera que el reto más grande es a nivel sistémico, pues no hay una política pública con perspectiva de género, así como no la hay en otras esferas del país, lo que hace que su implementación recaiga en el conocimiento y las convicciones individuales que tengan las docentes.
“Si no está en el currículo, si no está estructurado, el maestro va a carecer de entender el tema y va a carecer de poder enseñarlo, aunque sea algo que le apele”, entiende Santiago Villoch.
En ese sentido, la implementación de la perspectiva de género está fragmentada en la facultad. El adelanto que puedan hacer algunas docentes que tienen una conciencia alineada con la equidad y los derechos humanos, puede ser desacelerado por otros maestros, tal vez, conservadores, compartió Lara Infante.
Implantación formal de la perspectiva de género en el Departamento de Educación
Por años ha habido intentos fallidos de integrar la perspectiva de género en el sistema público de enseñanza. El más reciente se dio con la declaración del Estado de Emergencia por violencia de género.
Tras meses de que un grupo de expertas desarrollara los lineamientos para integrar la perspectiva de género en el currículo de las escuelas públicas, el secretario de Educación anunció la integración de un currículo de equidad y respeto entre los seres humanos. Esta acción obvió por completo las recomendaciones de las expertas y se niega a nombrar los asuntos por su nombre.
“La perspectiva de género es una herramienta analítica para explicar las desigualdades. Por lo tanto, yo no puedo tener un currículo de equidad y respeto entre los seres humanos si no tengo una categoría analítica que me explique cómo suceden esas desigualdades”, puntualizó Lara Infante, quien informó que, a dos días de comenzar el semestre, aún no recibe ni tan siquiera los mapas curriculares para preparar las clases dentro del currículo de “equidad y respeto”.