Ilustración de Rosa Colón Guerra
Nota de la editora: Esta es la tercera entrega de una serie de notas informativas sobre los métodos anticonceptivos disponibles. Con estas publicaciones buscamos no solo educar e informar, sino también ampliar la conversación sobre la justicia reproductiva en Puerto Rico.
Desde la creación de la píldora anticonceptiva en los años 60, el desarrollo de métodos anticonceptivos de corta o mediana duración ha seguido en crecimiento. Adicional a los métodos orales, transdermales y transvaginales, existe una forma contraceptiva inyectable, comúnmente referida como “Depo-Provera” o “la Depo”. Aunque Depo-Provera había estado disponible en Estados Unidos desde 1969, el medicamento se utilizaba mayormente para tratar enfermedades como el cáncer de endometrio. No fue hasta 1992 que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el uso de Depo-Provera como un anticonceptivo. Aunque esta no fue la primera inyección anticonceptiva, fue la primera que estuvo ampliamente disponible en Estados Unidos. Desde ese entonces, varios fabricantes han introducido opciones genéricas, y el medicamento está disponible en farmacias a nivel nacional.
Actualmente, la empresa farmacéutica Pfizer, fabricante de Depo-Provera, enfrenta una demanda colectiva en la que se alega que el uso prolongado de la inyección anticonceptiva aumenta el riesgo de desarrollar meningiomas (un tipo de tumor cerebral). El reclamo principal de las demandantes es que la compañía no advirtió adecuadamente a pacientes y médicos sobre este riesgo y exige que debería ser responsable de los costos médicos, el dolor y el sufrimiento resultante.
¿En qué consiste?
En contraste con métodos de corta duración, la inyección se aplica cada tres meses, sin la necesidad de consumir o aplicar el método semanal o diariamente. Por esta razón, la inyección se refiere comúnmente como un método de mediana duración. La inyección anticonceptiva contiene una hormona sintética que simula la progesterona. La progesterona es la hormona que evita el proceso de ovulación y, por ende, previene un embarazo.
La Depo-Provera usualmente es aplicada por un profesional de la salud. Una dosis de la inyección previene el embarazo durante 14 semanas y, en uso perfecto, es 99% efectiva.
¿Cómo funciona?
La inyección Depo-Provera contiene una dosis de 150 mL de la versión sintética (progestina) de la hormona natural progesterona. La progestina utilizada en la inyección es el acetato de Depo-medroxiprogesterona (DMPA). Esta hormona evita la ovulación mediante la disminución de los niveles de las hormonas luteinizante y folículo estimulante que el cuerpo produce de manera natural para este proceso. Además, la progestina ayuda a espesar la mucosidad de la apertura del útero, previniendo que un espermatozoide llegue y se una al óvulo.
Una vez inyectada, la DMPA libera poco a poco la progestina al músculo, manteniendo en circulación pequeñas cantidades de la hormona hasta que se agote.
Un profesional de la salud le administra el inyectable a la paciente una vez cada 12 o 13 semanas. Este anticonceptivo le permite a la usuaria un sentido de independencia, pues su efectividad no está sujeta a que la paciente recuerde consumir o aplicar el método contraceptivo diariamente. Sin embargo, es importante mantener una consistencia en la aplicación de la inyección cada tres meses (13 semanas).
Al contrario de otros métodos de corta duración (como la píldora, el anillo o el parche), luego de tres inyecciones, las pacientes no tienden a experimentar una menstruación ni un sangrado por deprivación de hormonas mensualmente. La inyección anticonceptiva usualmente detiene la menstruación. Esto se debe a que las pacientes que utilizan este método no tienen una semana libre de hormonas.
Efectividad
En uso perfecto, la inyección es 99% efectiva en la prevención de un embarazo. El “uso perfecto” implica la aplicación de la inyección cada tres meses, sin retraso. En uso “típico”, se estima que la inyección es 96% eficaz. Este porcentaje coloca al anticonceptivo inyectable dentro del mismo rango de efectividad que otros métodos hormonales de corta duración como el parche, la píldora y el anillo vaginal.
La inyección comienza su efecto contraceptivo inmediatamente, si se aplica durante los cinco días posteriores a la menstruación. De ser aplicado en cualquier otro momento del ciclo menstrual, la función contraceptiva entra en efecto siete días después de aplicar la inyección.
Si han pasado más de 13 semanas desde la última inyección, se recomienda utilizar otro método anticonceptivo (como condones).
Es importante destacar que la inyección no provee protección contra enfermedades de transmisión sexual.
Acceso
Para conseguir la Depo-Provera, se requiere una receta médica. Si es la primera vez utilizando un método anticonceptivo hormonal, es importante asistir a una consulta médica para que el o la profesional oriente a la paciente y pueda dar la mejor recomendación a base de su evaluación.
Según Johana Molina Ortiz, trabajadora social en la clínica de ginecología Darlington Medical Associates, la inyección Depo-Provera (o equivalentes genéricos) se puede conseguir en la mayoría de las farmacias de comunidad o minoristas nacionales (como Walgreens o Walmart).
El acceso a anticonceptivos para personas con el plan médico del gobierno, VITAL, es limitado, aun teniendo una receta médica. Por esta razón, las personas que cuentan con esta cobertura usualmente tienen que costear los anticonceptivos de manera privada.
Sin embargo, organizaciones sin fines de lucro, como las clínicas Prevén y Profamilias, ofrecen la inyección anticonceptiva a precios más accesibles.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios varían en cada paciente. Según la enfermera Dorian Gudiño, todos los métodos anticonceptivos hormonales pueden causar efectos secundarios, pero usualmente desaparecen luego de algunos meses. Según la organización sin fines de lucro que provee servicios de salud reproductiva y sexual Planned Parenthood, algunos de los efectos secundarios más comunes son:
- Manchado o sangrado durante los primeros tres meses
- Dolor de cabeza
- Depresión
- Pérdida de densidad ósea (osteopenia)
- Aumento de peso
Aunque el aumento de peso se categoriza como un “mito” en cuanto a los posibles efectos secundarios de métodos como el parche y la pastilla, existen estudios que comprueban que sí puede ser un efecto de la inyección anticonceptiva. Gudiño comentó que el aumento de peso, aunque no es tan común, puede ser uno de los efectos secundarios que experimentan las pacientes que optan por la Depo-Provera. El aumento usualmente es de 5 a 11 libras durante el primer año de uso, o sea, luego de 4 inyecciones.
Si el riesgo de aumento de peso es un efecto no deseado por la paciente, no se recomienda el uso de la inyección como método anticonceptivo.
Otros efectos secundarios positivos que puede experimentar una paciente incluyen:
- Alivia los dolores menstruales y el síndrome premenstrual
- Normalmente hará que la menstruación sea más leve o que desaparezca por completo
Costos
La mayoría de los planes médicos privados cubren parcial o completamente el costo de la inyección contraceptiva.
Generalmente, los precios de los paquetes varían entre $30 y $50, dependiendo de la marca y la farmacia. Molina Ortiz comentó que es común que la inyección esté a un precio más bajo en farmacias de comunidad o en las clínicas Prevén.
Existen recursos que proveen un descuento para las pacientes que costean sus anticonceptivos de manera privada. En la aplicación GoodRX, se encuentran descuentos de todo tipo de medicamentos recetados (incluyendo anticonceptivos).
Los cupones o descuentos en esta aplicación solo funcionan en farmacias minoristas nacionales (como Walgreens, CVS, Costco, entre otras).






