Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes
Para visibilizar las experiencias, reclamos y desigualdades de las mujeres y personas afrodescendientes respecto a su derecho al aborto, la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora y Colectivo Ilé de Puerto Rico publicaron el informe especial Percepciones, saberes y prácticas sobre el aborto: una mirada afrocaribeña.
El trabajo, que cuenta con una recopilación de literatura y dos entrevistas a doulas de aborto afrodescendientes, enfatiza que las mujeres negras tienen menor acceso al aborto, una práctica que pertenece ancestralmente a estas comunidades, pero de la que han sido desprovistas con el paso del tiempo.
“Este informe busca abrir caminos en una conversación donde las voces y las necesidades de las personas afrodescendientes han sido borradas”, expresó Miriam Franyé Morales Suárez, investigadore de Colectivo Ilé.
De acuerdo con Morales Suárez, el aborto es una práctica ancestral de las mujeres negras pero los procesos de esclavización, las desigualdades económicas y el traslado del aborto a un sistema de salud tradicional y exclusivo, le arrebataron la autonomía sobre sus cuerpos.
“Venimos a ver que se arrebata la práctica en el sentido de que el aborto no es parte de las cubiertas de salud aquí en Puerto Rico”, comentó sobre lo costoso que puede ser el proceso en la actualidad, especialmente para la población de mujeres afrodescendientes que, según el Censo de 2017, casi la mitad permanece bajo el nivel de pobreza federal.
El proyecto, que contó con entrevistas a Mayra Díaz Torres, de Colectivo Ilé, y Cynthia Collazo, acompañante de abortos, se presentó el pasado viernes, 24 de mayo en Casa Ruth en Río Piedras. Participaron del evento Zoán Dávila Roldán, de la Colectiva Feminista en Construcción; Johana Karis, de Todas Jevas; Mayra Díaz Torres; Cynthia Collazo; y Miriam Morales Suárez.
El documento publicado en la página de Colectivo Ilé ofrece una mirada histórica al tema del aborto, define la justicia reproductiva y expone las limitaciones existentes en distintas partes de América Latina. Puerto Rico es uno de los ocho países donde el aborto es legal, sin restricciones. Sin embargo, Morales Suárez subrayó que la accesibilidad que existe en el país no hace que el proceso esté exento de racismo y que muchas clínicas carecen de un lente antirracista.
Asimismo, durante los procesos de aborto, muchas personas negras pueden llegar a sentir que su decisión de terminar un embarazo no es exclusivamente propia, sino que deben consultarla con más personas.
“El asunto del permiso era muy común en las personas visiblemente negras, algo que no se veía tan en mujeres blancas que en su mayoría de las veces tomaba la decisión por sí mismas al llegar a la clínica de aborto”, dicta parte del documento.
Entre los principales retos que se identificaron en el informe, se encuentran la insensibilidad del personal médico y clínicas proveedoras de servicios de aborto, desinformación sobre los derechos sexuales y reproductivos, políticas anti-derechos, adoctrinamiento religioso, contextos de desigualdad, falta de transporte y acceso a recursos para practicarse un aborto, falta de programas de planificación familiar que sean culturalmente sensibles y resistencia a incorporar una educación sexual integral para todas las personas.
No obstante, Morales Suárez reconoció que el informe es solo un paso para abrir la conversación en torno al tema del aborto en las comunidades afrodescendientes, y todavía queda mucho camino por recorrer.
“Sabemos y nos consta que no todas las mujeres gestantes podemos decidir”, señaló le investigadore.
Entre los próximos pasos, Morales Suárez resaltó la necesidad de fortalecer los fondos de aborto para que más personas puedan tener acceso económico a este, colaborar con otras organizaciones comunitarias y rescatar las narrativas e historias de las comadronas, parteras y personas viejas que acompañaban en procesos de aborto en el pasado.