Fotos de Valeria María Torres Nieves
“Yo no vengo a comer cuento. Tengo voz. Tengo derechos. Vengo a pelear por lo que quiero: libertad, igualdad y respeto”.
Con esta consigna, decenas de personas, lideradas por Les Barrileras del 8M, tomaron la denominada calle de la Resistencia, en el Viejo San Juan, para elevar dos reclamos urgentes: acceso a los derechos sexuales y reproductivos, y la salida de la compañía LUMA Energy del país.
Ante la realidad del archipiélago tras el paso del huracán Fiona, la manifestación pautada para conmemorar el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe tuvo que modificarse, y abarcar la exigencia de los dos servicios esenciales: la energía eléctrica y el aborto.
“El aborto libre, el aborto accesible, salva vidas. La energía en todas las casas, en los hospitales, en las escuelas, salva vidas. Son dos luchas por la vida”, señaló Vanessa Contreras Capó, del Centro Interdisciplinario de Investigación y Estudio del Género, sobre la unión de los reclamos.
Asimismo, Angélica Acosta, portavoz de Mujeres contra LUMA, destacó que la falta de electricidad supone una carga mayor sobre las mujeres y jefas de familia, quienes tienen que asumir costos adicionales de compras y combustible ante la carencia de un servicio de energía eléctrica confiable, que dejó al país entero a oscuras tras el paso del ciclón categoría uno.
“Hay que seguir en la calle, hay que unir estas luchas y las decidimos unir hoy, pese a todas las circunstancias que hemos estado viviendo porque son derechos esenciales, son derechos que necesitamos para tener una vida digna”, señaló Acosta.
A diez días de que el ojo del huracán Fiona tocara tierra en Puerto Rico, el consorcio LUMA Energy, que controla la transmisión y distribución de la energía eléctrica desde junio de 2021, confirmó, el miércoles, que los municipios de Guánica y Lajas –dos de los más afectados por las lluvias y vientos– permanecen completamente sin energizar.
Entre los reclamos de las manifestantes, que bloquearon el paso vehicular entre las calles del Cristo y la Fortaleza, están el acceso equitativo al aborto, y la educación sexual integral y con perspectiva de género en todas las escuelas. Además, exigieron la anulación del contrato de LUMA Energy, el regreso de las trabajadoras desplazadas, así como una transformación energética hacia fuentes de energía renovable.
Igualmente, expresaron solidaridad con las compañeras que viven en países donde el aborto es ilegal o está altamente restringido. En esos países, según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada cuatro abortos se practica en condiciones seguras, mientras que, en lugares donde el servicio de salud es legal, los abortos seguros representan 9 de cada 10.
“Entendemos la importancia de enfocar momentos en luchas, pero la realidad es que, en la vida, todo pasa a la vez”, dijo Steph, una de las manifestantes que tomó el megáfono para liderar las consignas a favor del aborto y en contra de LUMA Energy.
Les Barrileras del 8M acompañaron desde el batey de la resistencia
La convocatoria contó con el empuje de Les Barrileras del 8M, un grupo de bomberas feministas que asume su rol en la resistencia desde la percusión afrocaribeña.
“Esto es un batey de resistencia; esto es un batey de bomba puertorriqueña que, precisamente, es un género que se desarrolla en una época de muchísima opresión, muchísimo racismo, y eso no ha dejado de existir”, indicó Marién Torres López, coordinadora de la colectividad, al invitar al pueblo a tomar el espacio.
La música de Les Barrileras del 8M sirvió de catarsis porque se centró en el dolor y la rabia de ver al pueblo vulnerabilizado ante la ineficiencia gubernamental en la respuesta ante otro desastre natural, que indiscutiblemente se ha convertido en uno político.
A las bomberas, les acompañaron decenas de cacerolas que retumbaban entre los edificios del Viejo San Juan.
“La cacerola simboliza repartir comida, que es lo que llevamos haciendo por más de cinco años… Estamos sacando la casa y, de momento, esa es nuestra herramienta de lucha del Caribe, de Latinoamérica y del Sur global. Así que sacamos las cacerolas las veces que hagan falta”, puntualizó Contreras Capó.