Fotos y vídeo de Ana María Abruña Reyes
Bajo el lema El futuro que merecemos, la organización Siempre Vivas Metro celebró, el pasado jueves, su séptima vigilia en recordación y homenaje a las vidas arrebatadas por la violencia machista en el país. Decenas de velas iluminaron la entrada de la Torre de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras, no solo para recordar y honrar a las que ya no están, sino también para reconocer a las sobrevivientes que siguen resistiendo y a las que día día imaginan un mundo sin miedo. Fue una vigilia de recordación y acompañamiento.
“Cada vela es una promesa: no callar, no olvidar, no rendirnos. Que la memoria alumbre, que la justicia llegue, que la vida venza. El futuro que merecemos se construye juntos, a la luz de nuestra solidaridad”, expresó la organización en sus redes sociales, previo a la celebración del evento.
Las velas fueron encendidas por los presentes y luego ubicadas en un altar con flores, donde resaltaban algunas ilustraciones con los rostros, nombres y edades de cada una de las mujeres que ya no están. En el silencio colectivo, las llamas titilaban como recordatorio de que la justicia aún es una deuda, pero también como afirmación de esperanza.
El emotivo encuentro reunió a un grupo diverso, compuesto por estudiantes, artistas, activistas y familiares, en una jornada en la que el arte se convirtió en refugio y en denuncia. Hubo monólogos, presentaciones musicales, poesía y artesanías, gestos que recordaron que en las luchas feministas el arte también resiste.
Porque como ha dicho bell hooks, “el arte tiene el poder de sanar el espíritu herido”. Y esa fue la apuesta de Siempre Vivas Metro durante la actividad. Transformar el dolor en memoria, el miedo en voz, la pérdida en abrazo. Seguir creando para seguir vivas.














