Ale-Marie tiene amistades en distintos países. Las cultivó durante su niñez, cuando visitaba la casa de sus abuelos y, desde allí, se conectaba a la red y a aplicaciones como Tumblr, una red social de microblogs. “Internet todavía era este espacio creativo infinito, no había reglas… era otro espacio más para la gente llegar y simplemente explorar”, recuerda, la ahora comunicadora de movimiento y justicia social Alexandra-Marie Figueroa Miranda sobre esa época a inicios de los 2000, cuando todavía tenía unos 11 años.
Desde entonces, algo le llamaba la atención de los blogs. “El blog era uno de esos mecanismos que la gente tenía para unirse, compartir experiencias. También, en lo más personal, para compartirse”. Siempre quiso iniciar su blog, pero algo le faltaba. Primero, creyó que era disciplina, luego destrezas, luego herramientas, hasta que entendió que se estaba dejando a un lado a sí misma.
“Me había comido el cuento de que esas no son cosas importantes”, explica sobre su convencimiento de que solo debía invertir su tiempo en asuntos productivos, una creencia que, ahora, reconoce como errónea.
“¿Cuándo fue la última vez que te pudiste sentar a hacer nada
sin sentir la culpa de poder estar haciendo cualquier otra cosa?”
Ale-Marie, Re: cosas que digo, pero que no sé hacer
Este año, a sus 31 años, Ale-Marie fundó su blog Perfectamente normal, un regalo para su niña interior y un espacio de diálogo, vulnerabilidad, y acompañamiento con el que directamente señala el impacto del poscapitalismo en la salud mental. Con este impacto, se refiere a las dificultades para pagar una casa o la renta, la crisis climática, la falta de oportunidades para progresar y la incesante búsqueda de la productividad.
Cada dos jueves, sube una entrada en la que explora temas personales, lazos de amistades y temas sociales. Se trata de una iniciativa con la que busca expresarse y permitir a otras personas sentirse acompañadas.
“Me encantaría que se convierta en un espacio para crear comunidad… pero también estoy dejando que el proyecto tome su propia vida, porque al final del día es para darme ese espacio creativo”, subraya.
“¿Qué pasaría si nos permitimos la oportunidad de decirnos
lo que verdaderamente sentimos más allá del miedo?”
Ale-Marie, ¿Qué hacemos con la amiga fuerte?
Un espacio de acompañamiento
Perfectamente normal nace luego de casi tres años de terapia y sanación en los que Ale-Marie se ha enfrentado a sí misma, al equilibrio de su tiempo y a conversaciones honestas con sus amistades.
Según la también activista feminista, el nombre de su blog responde al sistema capitalista que construyó la humanidad y que asegura, dejó a la sociedad sin prosperidad, sin descanso y sin comunidad. En su caso, le resultó en una serie de crisis existenciales que considera reacciones “perfectamente normales” al sistema. Como ejemplo de estas reacciones, enumeró la exacerbación de la ansiedad y mayores problemas de salud mental.
“Nuestra reacción es normal, nada de lo que estamos sobreviviendo es normal”, dice mientras alude al individualismo que ha sido generado por la búsqueda de productividad en la sociedad.
“Me vi obligada a empezar de cero, ir despacio y encontrarme.
Tres años después todavía me busco,
pero I guess it’s cool now because
I can blog about it?”
Ale-Marie, Re: cosas que digo pero que no sé hacer
Su resistencia al sistema capitalista es el resultado de un entusiasmo por la lectura, específicamente sobre el impacto humano y cultural que ha tenido el capitalismo, así como más de 15 años de activismo y movilización por la justicia social y de una educación en Ciencias Sociales.
Mientras cursaba estudios en la Escuela Secundaria de la Universidad de Puerto Rico, su educación se vio comprometida por la administración gubernamental del momento y tuvo su primera experiencia de movilización política. De ahí, que, al entrar a la Universidad de Puerto Rico de Río Piedras, seleccionara Antropología y Relaciones Internacionales como su carrera.
“I just felt I needed to respond (sentí que debía responder)”, dice en inglés, un idioma al que cambia, de vez en cuando, mientras conversa sobre su pasión por la justicia social.
En la parte noroeste de Estados Unidos, desempeñó campañas sobre rendición de cuentas y derogación de la pena de muerte, pero, después del huracán María, asegura haber sentido la responsabilidad de volver.
Desde entonces, se dedica a campañas locales que, en su momento, le consumieron física y emocionalmente, y le llevaron a una pausa.
“Le di todo mi poder creativo, personal [y] psicológico a mi trabajo… Mi salud emocional y física empezó a decaer de una manera que yo no sabía que era posible”, dice mientras recuerda que, de ese proceso, su urgencia de apalabrar la supervivencia se hizo más y más inminente.
Conversó con sus amigas. Ellas se sentían de la misma manera. Había que hablarlo, había que colocarlo en algún lugar. Era el momento. Era necesario. Estaba lista. Y nació su espacio creativo Perfectamente normal.
Espero que este camino juntes sea de agrado,
y si nos inspiramos bien, de provecho.
Porque por lo menos lo entendemos,
lo sabemos:
Todo está perfectamente normal”.
Contigo en crisis,
Ale-marie, (todo está) perfectamente normal