(Foto cortesía de Mikey Cordero / Defend Puerto Rico)
Ante el veredicto de culpabilidad contra el policía blanco Derek Chauvin por el asesinato el año pasado del hombre negro George Floyd, activistas feministas y antirracistas puertorriqueñas reiteraron este miércoles que aún el gobierno de Estados Unidos y la fuerza policiaca deben asumir responsabilidad por un problema sistémico y estructural que persigue, criminaliza y mata a las personas negras. Esa necesidad de desmantelar un sistema racista es también urgente en Puerto Rico, coincidieron en conversaciones con Todas.
A continuación, lo que nos dijeron:
Barbara Abadía-Rexach, antropóloga y profesora de Afrolatinidades en el Latina/o Studies Department de San Francisco State University
“Es un punto de sutura en una herida abierta. Siento que sí, que es un punto, pero todavía queda el resto de la herida. […] Entonces, no creo, como leía esta mañana en un post de una compañera, que necesariamente es justicia, sino el accountability, la responsabilidad que tiene que tener el Estado con su white privilege, con su privilegio, con su violencia”.
“El paso inicial es reconocer que existe racismo antinegro, que es un patrón, que es un sistema, que es una estructura que está creada para devaluar, criminalizar y demonizar a la gente que es considerada como inferior y racializada como no blanca. Es importante sobrepasar esta etapa elemental de negación y de que es un caso extraordinario, porque es algo ordinario, que ocurre todos los días y es parte de un sistema”.
“Esto no es solamente Derek Chauvin, sino todo un sistema concertado, que fue entrenado para eso, como muchos otros policías. En la medida en que no reconozcamos que es un sistema, pues no se puede desmantelar ese sistema racista y criminal”.
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Shariana Ferrer-Núñez, activista y cofundadora de la Colectiva Feminista en Construcción
“Esta situación trasciende a la persona acusada y encontrada culpable. Habla de un sistema que de manera consistente nunca ha asumido responsabilidad por la violencia. […] Cuando se habla de accountability, nos estamos refiriendo a cómo uno asume responsabilidad por el daño que le ha hecho a otras personas”.
“Algo que debemos tener muy presente es el hecho de que aquí no hubo un cambio, sino un reconocimiento de algo que todas, todos y todes pudimos observar. El asesinato de un hombre negro a manos de un hombre blanco en representación y en función del Estado”.
“Nuestra postura es que es imposible pensar que aquello que te mata, te va a salvar. Y si podemos, mínimamente, reconocer que hay un estado racial que produce violencia contra las personas negras en Estados Unidos, como en Puerto Rico o en cualquier otro estado, se basa desde una supremacía blanca. Si podemos reconocer que el Estado nos mata, pues es imposible pensar que el Estado nos va a salvar. Una prueba inmediata de esto es que un rato después de la decisión del jurado, en el estado de Ohio, otro policía blanco asesinó a otra persona negra. Y en este caso, fue una niña negra de 15 años. Asesinada por la Policía”.
“Para movernos hacia una dirección que, realmente, esté basada en una vida justa, donde todas las personas puedan vivir en plenitud, hay que evadir esa muerte prematura. Las personas negras vivimos una muerte prematura porque muchas de nosotras no llegamos a la vejez por la violencia estructural, la violencia directa y las maneras en las que se nos mata, día a día, por solamente ser personas negras”.
Mayra Santos-Febres, poeta, novelista y profesora de Literatura Afrocaribeña de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras
“Ciertamente, es un paso adelante que haya un veredicto de culpabilidad contra un policía. Eso casi nunca pasa en situaciones de crímenes de odio. Pero, a la misma vez, hay que estar pendiente y seguir peleando por el cambio sistémico porque sino esto va a seguir pasando y vamos a tener que luchar tanto por una sola convicción cuando esto es uso y costumbre dentro del sistema policial de Estados Unidos, hace por lo menos 300 años”.
“El racismo en Puerto Rico funciona por identificación y desidentificación. Una de las más grandes tesis de las desidentificaciones, precisamente, por proteger el racismo puertorriqueño, es ver que eso pasa allá afuera”.
“Yo sí creo y confío en que podamos revisar los casos de Adolfina Villanueva, de Alma Yadira y de tantos jóvenes dominicano/puertorriqueños racializados que han sido abusados por la Policía. […] Ahí, también hay una similaridad. Nosotros lo vemos como casos de ley, cuando son en realidad casos de hostigamiento racial porque lo hemos naturalizado y porque, otra vez, lo vemos como casos aislados”.
“Ver ese genocidio lento y pedir dos cosas. Que se instaure la variable de raza en los censos de todas las oficinas gubernamentales. […]. Luego, mirar esos números y ver la diferencia de cómo se aplica la ley en Puerto Rico para destruir a las poblaciones afro (expropiaciones, acoso legal y criminal, abuso policial, acordonamiento policial…) y qué es lo que entendemos por crimen”.
Gloriann Sacha Antonetty Lebrón, comunicadora, profesora y fundadora de Revista étnica
A pesar de que la fundadora del proyecto antirracista Revista étnica, Gloriann Sacha Antonetty Lebrón, reconoció la decisión de culpabilidad como un hecho significativo, también destacó la continua injusticia policial en contra de los cuerpos negros.
“Esto no necesariamente es sinónimo de justicia. […] Para nosotras la justicia en verdad va a existir cuando se pueda reclamar sin tener que explicar que todas las vidas negras importan”, puntualizó Antonetty Lebrón.
La activista señaló la impunidad en el caso de la joven negra Breonna Taylor, quien fue asesinada en su hogar por la Policía en marzo de 2020. Asimismo, resaltó el asesinato, tan ayer en la tarde de la adolescente negra Ma’Khia Bryant, baleada un policía.
“Reconocemos que el sistema judicial y el sistema policiaco son sistema de opresión y que amplifican el racismo en nuestras vidas al punto de quitarnos la vida”, planteó al hablar del atentado hacia Bryant.
Para que haya cambios efectivos en el régimen de justicia, la escritora explicó que es importante desmantelar el racismo institucional a través de la educación y el entendimiento de cómo se manifiesta esta discriminación en las personas negras.
“Hay un reclamo muy contundente del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) que está exigiendo que se desinvierta en la Policía, en los sistemas de opresión que mantienen encarceladas a tantas personas negras y latinas, […] y que esa desinversión se traduzca en una inversión en nuestras comunidades negras”, aseguró tras añadir que Revista étnica apoya la denuncia.
Kimberly Figueroa Calderón, activista, educadora y organizadora antirracista de Colectivo Ilé
La colaboradora del Colectivo Ilé, una entidad comunitaria que gestiona el antirracismo decolonial, Kimberly Figueroa Calderón sostuvo que el veredicto de culpabilidad “no significa que los sistemas opresores se desmantelen”, pues la convicción de Chauvin es una circunstancia particular.
“El problema viene de que es una de las pocas reparaciones que [se han hecho], porque George Floyd no fue la primera persona en morir a manos de la Policía y todas esas familias igual se han quedado sin nada. Sin duda, es una victoria, pero queda mucho camino para recorrer”, dijo Figueroa Calderón.
Destacó, además, que los gobiernos deben de proveer los espacios y las acciones pertinentes para que se respete la dignidad de las personas negras, más allá de solo promesas.
“Estoy pensando en la responsabilidad que tienen los Estados de garantizar la seguridad de los ciudadanos, no importa cómo se vean. El reclamo está ahí, en que se garantice la seguridad para todos y todas en toda su diversidad”, añadió.
“Ya sabemos que hay racismo. No hay manera de negarlo y que lo hagamos extensivo a Puerto Rico, porque el racismo no solamente se da en Estados Unidos, […] paremos de negar que existe y que ya pasemos a lo próximo que es, entonces, a tomar acción”, afirmó luego de enfatizar en una educación antirracista.
Para Figueroa Calderón, es hora de que las personas negras ejerzan su derecho a una vida plena.
“El ser feliz no puede ser una revolución. Tiene que ser un derecho, un derecho real. Que ser feliz sea nuestro día a día, felices y libres”, concluyó.
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