(Foto por Viviana Torres Mestey / VTM Photgraphy)
Son tiempos de incertidumbre y sacrificios, pero para la cantautora puertorriqueña Nore Feliciano, la crisis actual en el contexto de la COVID-19 y las políticas de distanciamiento físico también provee oportunidades de reflexión, adaptación y reinvención.
Al igual que sucedió con otros colegas músicos, algunos planes de producción que la artista tenía previstos para el 2020 quedaron en pausa. Pero, eso no detiene su deseo de continuar aportando a la sociedad, tanto en su rol de artista, como en sus acciones cotidianas de ciudadana que defiende aquellas causas que constantemente la invitan a creer en un mejor país y planeta.
“Yo tenía muchos planes para este año. Todos los cambié, pero soy una persona muy optimista y trato de no paralizarme ante estas situaciones, simplemente, adaptarme. Nos tenemos que adaptar”, expresó Feliciano en entrevista con Todas.
El confinamiento doméstico y las medidas de salud pública implementadas, en marzo, para minimizar el contacto en espacios de socialización no han sido obstáculos para que la artista continúe articulando sus perspectivas políticas, particularmente, en el contexto de la pandemia actual.
“Con esto, nos hemos dado cuenta del valor del trabajo de las organizaciones comunitarias, la importancia de las instituciones, cómo el conocimiento científico está nuevamente en el spotlight y lo importante que es. Es un momento de tomar decisiones trascendentales y quiero insertarme en esa discusión. Pienso también en un tema tan importante como el cambio climático. No hay una separación de estas causas”, añadió.
En el plano artístico, la cantautora residente del municipio de Luquillo ha continuado en comunicación y planificación con sus colegas de la agrupación la Banda Acústica Rodante. Participa de este proyecto desde el 2014, junto a los músicos Tito Auger, Rucco Gandía, Mikie Rivera y Walter Morciglio. El grupo trabaja en la producción de una presentación virtual para la cual cada integrante está grabando canciones desde sus respectivas casas.
(Foto por Four Two Photography)
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Del plano físico a la virtualidad
Además, Feliciano estuvo como solista en marzo en el evento Festicasa, iniciativa que unió a artistas residentes en Puerto Rico, Estados Unidos y España en presentaciones musicales realizadas desde sus hogares.
“A diferencia de un concierto en vivo, las presentaciones virtuales requieren otros valores de producción. Hay que tener buenos recursos, la computadora, un buen equipo de audio. Ha sido aprendizaje. Nos ha obligado a actualizarnos”, explicó la artista.
Feliciano, además, es egresada del programa de Información y Periodismo de la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Si bien los conciertos virtuales han adquirido popularidad en los pasados meses, la situación no ha sido fácil para los artistas que acostumbraban a hacer presentaciones semanales en restaurantes, barras o eventos culturales multitudinarios. Esa fuente de ingreso ha desaparecido en medio de la pandemia. No todos los artistas han conseguido el auspicio de alguna empresa para sus conciertos trasmitidos a través de plataformas cibernéticas. Algunos han recurrido a solicitar donativos mientras transmiten su evento virtual musical.
“La actividad económica para los artistas se detuvo completamente y hay mucha incertidumbre porque no sabemos cuándo vamos a poder tocar de nuevo”, explicó Feliciano en referencia a los conciertos presenciales.
“Yo no he hecho casi presentaciones (virtuales). Tengo otro trabajo. Solamente con la música es bien difícil vivir nada más. Yo tengo la dicha de que he seguido trabajando remoto. En vez de hacer conciertos live, he decido hacer cosas bien puntuales y específicas”, añadió la cantautora, quien además trabaja como productora audiovisual para una empresa.
Proyectos en pausa
Antes de que comenzara la crisis asociada a la COVID-19, Feliciano estaba en el proceso de terminar un disco como solista. Sin embargo, la producción se detuvo. Entre la incertidumbre económica y la dificultad de poder asistir a un estudio de grabación en estos tiempos de distanciamiento físico, la culminación del disco no tiene una fecha o mes en particular. Asimismo, la Banda Acústica Rodante estaba inmersa en la preproducción de su próximo disco. Ese proceso fue igualmente puesto en pausa.
“Lo mío, lo detuve y ahora estoy reconfigurando lo que voy a hacer. No voy a gastar dinero en un disco nuevo con tanta incertidumbre. Estoy pensando en cómo usar mejor los recursos que tengo para seguir haciendo música. Uno no pude tomar decisiones tan trascendentales en este momento. Lo que se ve es que se va a agudizar la crisis y hay que ser comedido”, reflexionó la artista, quien comenzó su carrera profesional en la música, en el 2009, y lanzó su primer disco en el 2013.
“Se me ha hecho difícil escribir música nueva para mí. Esto nos ha sacado de nuestros centros. Los primeros dos meses tuve mucha ansiedad porque aquí el problema es que no hemos tenido información clara. Aun cuando estemos encerrados en nuestra casa, esa noción de ser productivo es difícil por todo el estrés”, añadió.
Canaliza la solidaridad
A pesar de la incertidumbre y el estrés provocado por la COVID-19 y los sacrificios que han resultado de esta pandemia, Feliciano celebra las ayudas que organizaciones proveen en beneficio, no solo de colegas artistas, sino también de aquellas personas en desventaja económica. Ver ese trabajo solidario representa una fuente de alegría para la artista.
“Cada vez que yo me entero de organizaciones que reparten compras y de gente que está haciendo iniciativas para conseguir fondos, canalizo la información. Más que todo, ahora pienso en cómo puedo ayudar. Siento que como ser humano he cambiado”, expresó Feliciano.
(Foto por Pablo Valle)