Nota aclaratoria: Esta columna se centrará en el racismo hacia personas negras. Aunque se puede vivir todo tipo de prejuicio racial, colorismo y xenofobia, dichas ramificaciones del racismo no se discutirán. Agradecimientos especiales a Ruth Figueroa.
Es cierto que la conciencia sobre las tradiciones y comportamientos racistas que aún persisten ha aumentado. No es raro escuchar a personas negras y aliadas tronar contra actos que, aunque eran aceptados en un pasado, hoy son vistos como sumamente ofensivos.
Desafortunadamente, no todo el mundo está tan consciente sobre cómo sus prácticas diarias pueden contribuir a la discriminación y devaluación de las personas negras. Por ejemplo, hay muchas personas bienintencionadas que consideran que con “no ser racistas” (algo que cuestionaremos más adelante) será suficiente para no participar de la opresión hacia las personas negras.
Debido a que muchas personas no se saben la diferencia entre lo que es ser antirracista y lo que no, en esta columna estaré utilizando cinco categorías que nos ayudarán a entender mejor cómo podemos llevar a cabo prácticas transformadoras.
¿Eres racista, fetichista, no-racista, simpatizante o antirracista?
Racista
Es importante que para entender qué es ser antirracista, entendamos qué es el racismo y lo que es una persona racista.
Tal vez, hayamos escuchado anteriormente que el racismo es “discrimen a alguien por su color de piel” y otras definiciones similares, pero es necesario entender que esa definición es errónea.
El racismo es un sistema de creencias sobre la idea de que existen unas “razas” humanas, y que unas son naturalmente superiores a otras. Esta creencia fue desarrollada por hombres blancos caucásicos con la intención de justificar la colonización, el genocidio y la asimilación de personas indígenas, negras, y otras. A través de la historia, el racismo se infiltró en nuestras costumbres, tradiciones, idioma, expresiones, leyes y todo tipo de ideas sobre el mundo.
Una persona racista, entonces, es alguien que participa directamente de las creencias de que las personas negras son inferiores. Claro está, en la gran mayoría de los casos, no apalabra de manera directa que “las personas negras son inferiores”, sino que su visión de mundo se refleja en sus actos. Algunos actos que reflejan que una persona es racista son: llamar con sobrenombres racistas a las personas negras; considerar a las personas negras inferiores en inteligencia u otras destrezas; considerar que una persona negra con facciones “perfiladas” es más atractiva que quienes no cuentan con dicho físico; pensar que las personas negras son sucias; cruzar la calle al ver una persona negra caminando en tu dirección, bajo el entendimiento de que las personas negras son agresivas y delincuentes; entre muchos otros ejemplos.
Fetichista
“Me encanta salir con los hombres negros por que lo tienen más grande. Eso no me hace racista” – Persona fetichista hacia cuerpos negros.
Sí, el fetichismo es una manifestación del racismo, pero he decidido ponerlo en una categoría aparte debido a que se tiende a disfrazar como benévolo. Para esta conversación, definiremos al fetichismo como una fijación sobre un objeto, parte del cuerpo o, en este caso, características físicas y simbólicas de las personas. Muchas personas no-negras disfrazan su fetichismo hacia las personas negras como una mera “admiración” o “apreciación”. Este tipo de fetichismo no se reduce únicamente al ámbito sexual, sino que puede incluir el consumo de todo tipo de material creado por y para personas negras.
Ejemplos de comportamientos fetichistas por parte de personas no-negras incluyen preferir tener relaciones sexuales con las personas negras bajo la idea de que son mejores en la cama; copiar la manera de hablar de las personas afroamericanas u otras comunidades negras en el mundo; solamente asistir a espacios recurridos por personas negras, entre otros.
“¿Qué hay de malo con que se prefiera a las personas negras en el sexo o en la música?”
Para muchas personas, los ejemplos anteriores parecerían ser “beneficiosos” y hasta “deseables” para las personas negras. Lo que no saben es que todos estos actos cosifican a las personas negras, o sea, les vuelve en “cosas” y objetos de consumo. Es por esto que el fetichismo es una manifestación del racismo, porque a pesar de parecer “benévolo” para las personas, lo que hay detrás de ello es un consumo, objetivización y explotación de las personas negras. Más adelante discutiremos cómo podemos evitar el fetichismo a través de prácticas más antirracistas.
No-racista
De esta no se necesita decir mucho. Una persona que se asume como “no-racista” está diciendo que “ha trabajado todo su racismo” o que “nunca ha sido racista” y que por ende se entiende a sí misma como alguien que no participa en la subordinación de las personas negras. Esto no puede estar más lejos de la realidad. Todes tenemos prejuicios raciales hacia las demás personas o hacia nosotres mismes. Esto lo aprendimos, tanto desde la niñez, como en el presente. Declararse no-racista no exime responsabilidad ni aporta a las comunidades negras.
Simpatizante
Es posible que en esta categoría se encuentren muchas personas no-negras que luchan por los derechos humanos. Una persona simpatizante de la lucha negra es ese tipo de persona que entiende las vicisitudes por las que pasan las personas negras y entiende que se debe hacer algo para erradicar el racismo, pero lo hace desde la comodidad.
Este tipo de persona, generalmente, comparte publicaciones antirracistas que han hecho otras personas en las redes sociales y se enojan cada vez que escuchan que hubo algún acto de racismo, pero todos estos actos se quedan en meras conversaciones con gente de confianza. Estas personas pueden hasta aceptar su privilegio como persona no-negra en la sociedad, pero no hacer nada para usarlo a favor de las comunidades que más lo necesitan.
Aunque compartir publicaciones por páginas corridas por personas negras, donar a organizaciones lideradas por personas negras y consumir productos hechos por personas negras son ejemplos de acciones necesarias para romper con el racismo, no serán suficientes para considerar a alguien como antirracista.
Antirracista
“En una sociedad racista no es suficiente ser no racista, debemos ser antirracistas.” – Angela Davis
Con este mensaje, Angela Davis apalabró la realidad que estaban viviendo las personas negras: muchas personas estaban diciendo que eran “no-racistas” para no asumir un rol en la lucha para erradicar el racismo en nuestra sociedad. Para Davis, la ruta más correcta es asumirse como antirracista. Pero, ¿qué exactamente conlleva ser antirracista?
Mientras que asumirse no-racista es un proceso pasivo, de brazos caídos, ser antirracista es un proceso activo. Esto quiere decir que, para ser antirracista, debemos luchar cada día contra el racismo para erradicarlo de maneras más incómodas. Esto es porque el antirracismo transforma a nuestra sociedad hacia el bien, mientras que las otras modalidades sostienen las mismas estructuras que existen desde que se desarrolló la idea del racismo.
Algunos ejemplos vienen a la mente en forma de preguntas: ¿Qué esfuerzo haces para educarte sobre el racismo y todas sus posibles ramificaciones? ¿Qué tiempo le has dedicado a educarte sobre las aportaciones de figuras importantes negras a través de la historia? ¿A cuántos eventos liderados por personas negras asistes durante el año? ¿Utilizas tus privilegios como persona no-negra para favorecer a las personas negras? Si eres una persona cuya familia tiene historia esclavizando a personas negras, ¿qué reparaciones puedes proveer a sus descendientes? ¿Eres capaz de defender abiertamente a una persona negra cuando está siendo discriminada o solo la agarras en privado cuando no hay nadie más que ustedes dos? ¿Practicas a diario mantener consciencia sobre cómo percibes a las personas negras? ¿Cómo puedo consumir contenido de personas negras sin recaer en fetichizarle? ¿Qué hago yo como persona negra que tiene piel más clara para apoyar a las personas negras que tienen pieles más oscuras que yo? ¿Estoy consciente de cuánto espacio ocupo cuando doy una opinión y cómo esto puede desplazar las opiniones de las personas negras? Aunque no tenemos espacio para responder todas estas preguntas,utilizaremos un ejemplo:
Hace un rato, mencionamos cómo hay personas que fetichizan todo material o contenido creado por personas negras. Una manera de romper con la fetichización es el acto de revisitar nuestros propios entendimientos sobre la negritud y nuestra conexión con ello. El antirracismo da paso a la humanización de las personas negras.
“Esto que estoy consumiendo no es un objeto de mi deseo, sino un ser humano”. No hay nada malo con que, como persona no-negra, tus artistas preferides sean personas negras, pero es importante que tomes consciencia de qué hay detrás de tus preferencias.
Una persona antirracista es alguien que mantiene un grado de conciencia y que actúa de una manera activa para desarrollar un mejor mundo para las personas discriminadas por raza. Esto muchas veces incluirá ceder o transferir sus propios privilegios a las personas que llevan muchos años sufriendo racismo de todo tipo.
Moviéndonos hacia una sociedad antirracista
Necesitamos distinguir qué tipo de persona somos ante la lucha contra el racismo, pues nos puede ayudar a reflexionar sobre qué estamos haciendo para erradicarlo. Cualquier posicionamiento fuera del antirracista es sumamente cómodo para quienes no viven el racismo en nuestra sociedad.
Con esto, no se está diciendo que nos latiguemos constantemente al descubrir que nuestras prácticas no eran tan antirracistas como pensábamos (de hecho, esto hace el mismo efecto que asumirse no-racista: absolutamente nada). Lo que sí se espera es que seamos más honestes sobre nuestros prejuicios y que trabajemos en cambiar las estructuras que aún al día de hoy mantienen a tantas personas negras en posiciones de inferioridad.
Ahora que te has informado mejor sobre cómo llevar a cabo prácticas antirracistas transformadoras, te exhorto a que vuelvas a preguntarte: ¿Eres racista, fetichista, no-racista, simpatizante o antirracista?
