Santo Domingo, República Dominicana.– El Foro Feminista Magaly Pineda denució este jueves a las autoridades de la Dirección General de Migración de República Dominicana por el acoso a mujeres migrantes haitianas embarazadas y lactantes. En algunos casos, estas mujeres han sido deportadas, indicaron en comunicado de prensa.
Las últimas denuncias de colectivos de derechos humanos apuntan a que agentes de Migración se acercaron a centros de salud, como la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, en el Distrito Nacional; San Lorenzo de los Mina, en Santo Domingo Este, y en centros de salud de la provincia La Altagracia, para detener y posteriormente deportar a mujeres migrantes embarazadas y lactantes.
El grupo también destacó que la Dirección General de Migración retoma estas acciones degradantes y de maltrato a migrantes embarazadas en una modalidad represiva, pero no resuelve el tráfico de personas por la frontera, a pesar de saber que es una vía de lucro permanente.
“Denunciamos y repudiamos estas acciones que violentan el derecho a la salud y la dignidad humana de las mujeres migrantes. Condenamos también el racismo que atraviesa estas acciones, ya que la Dirección General de Migración busca específicamente a las mujeres de pieles más oscuras para determinar si son o no haitianas y determinar su estatus migratorio”, lee la declaración del Foro Feminista.
La denuncia va de la mano con la exigencia a la autoridades de detener la persecución.
“Exigimos a las autoridades de Migración que detengan las redadas en los centros médicos, para preservar tanto la salud de las migrantes como para cuidar la salud colectiva. Exigimos al gobierno dominicano, muy especialmente al presidente Luis Abinader, que modifique su posicionamiento antiderechos y recuerde que nuestra Constitución se fundamenta en la dignidad humana, y que la función esencial del Estado es la protección efectiva de los derechos de las personas”, añade la comunicación.
El grupo reiteró que la Constitución de la República Dominicana establece que “la dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos”.
“¡No más atropellos a las mujeres migrantes y descendientes de migrantes!”, concluye la denuncia.