(Foto: Facebook de Adriana Díaz)
La misma noche que obtuvo para Puerto Rico la medalla de oro en tenis de mesa individual de mujeres, Adriana Díaz se declaró como parte de la “generación que no se deja”. Así lo plasmó en una de sus redes sociales al acompañar la publicación con una foto mostrando la presea dorada y con un fragmento de la canción Hijos del cañaveral de su compatriota René Pérez, mejor conocido como Residente.
Lo nuestro no hay nadie que no los quite
Por más nieve que tiren aquí la nieve se derrite
Aunque siembren las raíces como les de la gana
Los palos de güanabana no dan manzanas… ESTO ES PUERTO RICO????? #lageneracionquenosedeja pic.twitter.com/Z9RQzcOwzg— Adriana Diaz ⭐️ (@diaztabletennis) August 8, 2019
Horas antes de su victoria, ese mismo miércoles, 7 de agosto, ya había sido marcado por un evento político sin precedentes en la historia reciente puertorriqueña. El Tribunal Supremo de Puerto Rico declaró inconstitucional la gobernación de Pedro Pierluisi y juramentó a la entonces secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, como la primera ejecutiva del país. Era la tercera persona en ocupar la gobernación en menos de una semana.
Para Adriana Díaz, el oro en el torneo individual era la tercera medalla que obtenía en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. La primera fue un bronce en dobles mixtos, junto con su primo Brian Afanador. La segunda presea fue en dobles de mujeres en compañía de su hermana Melanie Díaz. Luego, obtuvo oro en equipo femenino junto con Melanie Díaz y Daniely Ríos.
Así, Adriana Díaz es la única atleta puertorriqueña, tanto en rama masculina como femenina, en ganar tres medallas de oro en unos Juegos Panamericanos.
La victoria de Díaz el miércoles fue un oasis para un pueblo que todavía a esas horas de la noche trataba de asimilar el advenimiento al poder de una funcionaria no electa que, en el pasado, fue señalada por encubrir casos de corrupción, inhibirse de investigar el escándalo relacionado con los vagones de suministros abandonados, oponerse a la declaración de un estado de emergencia por la violencia de género, entre otras controversias. Al nombramiento de Vázquez se sumaron las actitudes machistas de Thomas Rivera Schatz, quien desde la presidencia del Senado insiste en convertir los reclamos ciudadanos de mayor transparencia en un mero asunto interno del Partido Nuevo Progresista, el que ahora preside.
Los triunfos de Adriana y el resto de los y las atletas de la delegación de Puerto Rico ocurrieron como parte del inolvidable verano del ’19.
Durante el mes de julio, cientos de miles de personas tomaron las calles reclamando la renuncia de Ricardo Rosselló de su cargo de gobernador.
Más allá de exigir su salida por la corrupción de algunos de sus funcionarios y por su participación en un chat plagado de misoginia, homofobia y discrimen hacia diferentes poblaciones, las movilizaciones populares veraniegas son vistas como un punto de partida hacia la construcción de nuevas formas de hacer política en Puerto Rico.
Si bien fueron protestas masivas y multisectoriales, lo ocurrido en el verano del ’19 contó con la participación indispensable de miles de jóvenes, incluyendo universitarios y graduados que terminaron sus estudios recientemente.
De esa generación del “yo no me dejo”, salieron Adriana, Melanie y Daniely Ríos. Las tres sumaron la quinta medalla de tenis de mesa panamericano la noche del sábado, 10 de agosto, cuando vencieron a Brasil en la final del torneo de equipo en ese deporte.
“Sabemos por lo que estamos pasando”, expresó Adriana Díaz en una entrevista luego del juego.
Esas palabras de Adriana, no solo nos recordaron su conciencia política. También, destacaron la importancia de reconocer a las y los atletas como sujetos políticos que diariamente luchan por un mejor Puerto Rico.
Su gesta a sus 18 años se une a la de miles de jóvenes de su edad que durante julio colmaron la calle Fortaleza y otros espacios de Puerto Rico reclamando un futuro digno.
Ver a Melanie Díaz sacar un partido que se pensaba perdido en la noche del sábado, 10 de agosto consignó que la cepa actual de atletas son parte integral de esa generación del “yo no me dejo”. Sus triunfos llegarán a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 e inspirarán nuevos proyectos de país a nivel político.