A tan solo horas de haber juramentado por segunda vez como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump firmó cerca de 50 de órdenes ejecutivas, entre ellas varias que dejan desprotegidas a millones de personas trans, afrodescendientes y minorías.
Durante su juramentación el 20 de enero, Trump aseguró que el gobierno federal reconocerá únicamente los sexos “hombre” y “mujer” y, luego, firmó una orden ejecutiva para que así conste.
Bajo el efecto de esta orden, los secretarios de Estado y Seguridad Nacional, así como el director de la Oficina de Administración de Personal, exigirán que los documentos de identificación expedidos por el Gobierno, incluidos pasaportes, visados y tarjetas Global Entry, “reflejen con exactitud el sexo del titular”.
Además, todas las agencias federales eliminarán todas las políticas y comunicaciones que incluyan la perspectiva de género, y las cárceles federales no aceptarán a personas trans conforme a su identidad de género ni podrán administrar tratamientos médicos o medicamentos de afirmación de género a personas trans.
No obstante, la abogada Ada Conde detalló, en entrevista telefónica con Todas, que la efectividad de las órdenes ejecutivas está sujeta a las leyes existentes. De manera que si existe una ley que contradiga las órdenes que firmó el presidente, estas quedan sin efecto. Aun así, el presidente podría pedir que se derogue la ley en el Congreso y, si el Congreso lo aprueba y alguien se afecta por la derogación, puede ir al tribunal para presentar su caso.
“Una orden ejecutiva simplemente aplica única y exclusivamente a las agencias que están debajo del Ejecutivo, entiéndase que es la parte administrativa del gobierno, no corporaciones públicas”, explicó Conde.
Además, son órdenes federales que cada estado y territorio tiene la oportunidad de retar con su constitución. En el caso de Puerto Rico, la Constitución prohíbe el discrimen por sexo y, por consiguiente, orientación sexual y género. Por tanto, la abogada adelantó que esa puede ser una herramienta para contrarrestar las órdenes ejecutivas del presidente en el país. Aun así, señaló que si existieran fondos federales para programas LGBTTIAQ+, estos pueden afectarse.
“Que (los fondos para programas LGBTTIAQ+) los vaya a dar el gobierno de Puerto Rico cuando depende tanto de fondos federales, ahí está el problema… tenemos que ver qué va a pasar”, aclaró.
Reacciona la comunidad LGBTTIAQ+ en Puerto Rico
Para Kari Claudio Betancourt, persona no binaria que dirige la organización puertorriqueña La Tejedora, estas acciones por parte del presidente eran de esperarse.
“No nos sorprende que esta sea la agenda… Lo que en realidad significa es que están controlando les cuerpes de todes les adultes. Esto no solamente aplica a las personas trans, sino que también nos aplica a todes. Nos debe preocupar a todes que el gobierno de Estados Unidos quiera controlar nuestros cuerpos de esta manera. No solamente con esto, sino también con el acceso al aborto y otros temas”, aseguró en una entrevista telefónica. “Seguiremos existiendo. Soy una persona no binaria. Seguiré existiendo a pesar de que Donald Trump diga que no existo”, concluyó.
La Tejedora forma parte de la Federación LGBT+ en Puerto Rico, una organización compuesta por más de 70 entidades LGBT y aliadas, que ahora se prepara para una asamblea en la cual definirán sus puntos de acción ante las órdenes ejecutivas firmadas. Esta será el 1 de febrero a las 10:00 am en Casa Ruth, Río Piedras.
De acuerdo con el presidente de la Federación, Pedro Julio Serrano, aunque las órdenes ejecutivas preocupan, no significa que son constitucionales y espera que sean retadas en los tribunales.
“Ya tengo conocimiento de que hay organizaciones que están retando la constitucionalidad de esas órdenes, así que eso terminará en los tribunales. En ese proceso, esperamos que se haga algún injuction (medida judicial) preliminar que detenga estas medidas.
Serrano, quien se prepara para asistir a la conferencia nacional estadounidense LGBTTIAQ+ Creating Change, donde se esperan más de 3,000 activistas, también se ha estado movilizando en Puerto Rico para educar a la comunidad sobre sus derechos antes de que las medidas entren en efecto.
“Por ejemplo, que las personas trans puedan ir al registro demográfico o al Cesco o al Departamento de Estado para atemperar sus documentos con su nombre y su género con el que viven y se identifican… Estamos ayudando con ese proceso”, destacó. También están orientando a personas del mismo sexo que entiendan que deben casarse para proteger su relación.
Además, subrayó que la organización Waves Ahead tiene disponibles servicios de salud mental gratis para toda persona de la comunidad LGBTTIAQ+ que, en estos momentos, esté experimentando síntomas de ansiedad o necesite los servicios. Para acceder a este programa, pueden comunicarse al (787) 940-8851. De igual forma, pueden contactar las redes sociales de la Federación si necesitaran alguna otra información.
Los peligros de una política “sin distinción de colores”
Entre las órdenes ejecutivas, Trump revocó una orden del presidente Joe Biden que permitía a las personas trans pertenecer al ejército de los Estados Unidos y dejó sin efecto los programas de diversidad, equidad e inclusión dentro del gobierno federal.
“Esta semana también pondré fin a la política gubernamental de tratar de introducir por ingeniería social la raza y el género en todos los aspectos de la vida pública y privada. Forjaremos una sociedad sin distinción de color y basada en el mérito”, comentó Trump el día de su juramentación.
Ante tales expresiones, la activista afroboricua y fundadora de Revista Étnica, Gloriann Sacha Antonetty Lebrón, presentó preocupación.
“Esto elimina protecciones y, más allá que protecciones, derechos que hemos luchado y que hemos adquirido. No son derechos que hemos logrado de un día para otro, estamos hablando de generaciones de tradiciones de lucha y de resistencia. Lo estamos viendo para las personas negras, lo estamos viendo para las personas migrantes, lo estamos viendo para las personas de la comunidad LGBTQIA+, lo estamos viendo para las mujeres con los derechos sexuales y reproductivos”, explicó.
Antonetty Lebrón detalló que la gobernadora Jenniffer González “no es distinta a Trump en su pensamiento” y que para las organizaciones antirracistas y de justicia racial y social supone una posición vulnerable, de defensa y de lucha.