*Nota editorial
Esta crítica fue escrita y publicada durante las huelgas de la unión de escritores WGA (Writer’s Guild of America) y la unión de actores SAG-AFTRA (Screen Actors Guild – American Federation of Television and Radio Artists). Sin el trabajo de los escritores y actores actualmente en huelga, la película que se está cubriendo no existiría.
La mejor película del año se está proyectando actualmente en los cines de Puerto Rico. Se llama Past Lives y fue dirigida por Celine Song.
Tras el transcurso de varios años, seguimos a Nora y a Hae Sung. Son dos amigos de la infancia profundamente conectados que se separan después de que la familia de Nora emigra de Corea del Sur. Veinte años después, se reencuentran durante una fatídica semana mientras se enfrentan a nociones de amor y destino.
Dentro de su debut cinematográfico, Song explora las múltiples conexiones que podemos compartir con las personas en nuestras vidas, cómo se reflejan en nosotros y cómo, también, son un reflejo de nuestra cultura.
Celine Song es una dramaturga surcoreana-canadiense. Comenzó su vida en el teatro después de haber obtenido una maestría en dramaturgia de la Universidad de Columbia. Sus padres son artistas. Su padre es cineasta, por lo que las artes parecían un camino natural para ella. De haber escrito dos obras de teatro, se abrió paso en el mundo televisivo. Ocho episodios más tarde, finalmente encontró un hogar en la compañía estadounidense de entretenimiento independiente A24, con la que pudo escribir y dirigir su debut, Past Lives.
Gran parte de la razón por la que es tan importante reconocer el pasado de Song es porque esto es lo que le da vida a la película. De naturaleza autobiográfica, toma mucho de sus propias experiencias y las pone en este largometraje.
Durante varias entrevistas, admitió que la apertura de la película fue tomada directamente de una noche con su esposo y un antiguo amor. Los tres tomaron asiento en una barra y ella notó que otros clientes los observaban. Parecían estar tratando de averiguar cuál era la historia entre los tres. ¿Qué los unía?
Song los miró fijamente, desafiándolos a ser curiosos y a hacer sus mejores conjeturas sobre quiénes eran exactamente el uno para el otro. El resto de la película abre el telón para mostrarnos, como si fuéramos los espectadores los clientes curiosos, cuál es esa historia.
Más allá de una película sobre el amor, la conexión y ese sentido de pertenencia que todos anhelamos, Past Lives trasciende como una representación conmovedora de ciudades. Song admitió que la película también funciona como un mapa de su vida. Seguimos su crianza a través de los lugares en los que ha estado a lo largo de su tiempo en esta tierra. Nació y se crió en Seúl hasta que su familia se mudó a Toronto cuando tenía 12 años. Luego, partió para hacerse un nombre en la ciudad de Nueva York y ha permanecido allí desde entonces.
La película captura estos lugares en su esplendor natural, el ajetreo y el bullicio de la vitalidad. Todo parece posible en estos diferentes lugares, incluso cuando nos aventuramos a millas de distancia de la ciudad hacia Montauk, donde todo se ralentiza. Es una reminiscencia de la inocente maravilla del largometraje de Richard Linklater, Before Sunrise.
Más allá de su dirección y diversas vistas escénicas, Past Lives funciona por su magnífico elenco. Greta Lee es una protagonista resplandeciente como Nora Moon. Es capaz de contener multitudes en un solo segundo, sin dejarnos saber realmente lo que está burbujeando debajo de la superficie hasta que se siente lo suficientemente cómoda como para permitirnos entenderla.
Teo Yoo como Jung Hae Sung y John Magaro como Arthur Zaturansky ofrecen, como respuesta, una dinámica única. Más allá de su propósito como intereses románticos para Nora, son capaces de navegar la interacción masculina a través de la mirada femenina de Song de una manera que es a la defensiva, pero madura.
Arthur descubre una amplia gama de emociones dentro de sí mismo cuando la amiga de la infancia de su esposa viene a visitarla. Podía confiar fácilmente en los celos. En cambio, se hace a un lado y le brinda a Nora el espacio que necesita para abordar la situación como lo considere necesario. Él no la juzga. Su matrimonio es una relación totalmente basada en la confianza.
En cuanto a Hae Sung, mientras visita a Nora en Nueva York con la intención de volver a verla y pasar tiempo con ella, nunca se queda más tiempo de lo esperado. No hay un momento en el que traspase los límites que Nora ha establecido, a pesar de lo que él pueda o no sentir por la amiga que una vez conoció.
Al final, lo más que se quedó conmigo fue la representación íntima que hace la película acerca de la mortalidad. Llegamos a esta vida para experimentar lo que sea que estemos destinados a experimentar. Al final, esperamos que sea suficiente para el tiempo que tenemos.
Dentro de toda la dinámica del guion de Song, Past Lives tiene la habilidad de permitir que su protagonista tome una decisión sin repercusiones. Ella honra la vida que Nora ha hecho por sí misma y antepone sus intereses, y no es tratada como una villana por esto. En cambio, la película termina con una nota de simpatía por esta mujer.
Finalmente, se le permite llorar todo lo que tuvo que dejar ir y seguir adelante después de haber inmigrado dos veces. Reconoce cómo esto puede afectar a alguien y agobiarle.
Aunque la película puede ser clasificada como una de las mejores películas románticas de los últimos años, también es un retrato honesto de la inmigración y la ambición. Maneja ambos temas con delicadeza y respeto. Entiende que cambiamos a lo largo de nuestra vida, especialmente cuando somos empujados a un nuevo entorno. Pero, siempre podemos mantener la esperanza de que eventualmente encontraremos a esas personas que se preocuparán lo suficiente y nos sostendrán cuando ya no seamos lo suficientemente fuertes para contener la tristeza.
Past Lives se encuentra en estos momentos en las salas de Fine Arts de Caribbean Cinemas.
