(Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes)
Víctimas de hostigamiento, acoso y agresión sexual se han empoderado gracias al valor de otras para denunciar con nombre y apellidos a sus acosadores mediante las redes sociales.
Con tan solo un tuit, decenas de jóvenes han hablado sobre su experiencias de acoso con el dueño de la línea de trajes de baño Pauwii Swimwear, Julius Ortiz, y el propietario de la marca de transporte marítimo Yatea PR, Javier Marrero.
“Paren de comprarle y modelarle a Pauwii, mucha gente sabe la que hay, pero nadie está hablando de esto, y quedarse callade no es una opción”.
Este fue uno de los tuits, que abrió la caja de pandora a las denuncias de acoso sexual a Ortiz, Marrero y otros hombres. Como consecuencia, profesores universitarios, empresarios y comunicadores también fueron señalados en expresiones virtuales.
La psicóloga social Mercedes Rodríguez explicó, en entrevista con Todas, que el abuso sexual incluye un abanico de conductas que tienen un impacto en la persona, y no necesariamiente es violento en las primeras instancias.
“El hostigamiento puede ocurrir a través de las redes, en la calle, en un escenario laboral. Y puede o no incluir una agresión sexual física que incluye contacto físico con la víctima”, abundó Rodríguez.
La mayoría de las jóvenes, entre ellas menores de edad, comenzaron a experimentar acoso por estos empresarios a través de las redes sociales, y, en otros casos, llegó a ocurrir una agresión sexual física.
“¿Por qué callan por tanto tiempo?”
Algunos testimonios son recientes, mientras que otros son de instancias que ocurrieron hace meses e, incluso, hace años. Ante los distintos períodos, hubo quienes escribieron en las redes el típico comentario de ¿por qué callan por tanto tiempo?
“La experiencia de ser víctima de acoso y hostigamiento sexual genera una serie de sentimientos que son a raíz de la vivencia. Entre esos sentimientos, están el miedo, vergüenza, coraje, ambivalencia”, aclaró la psicóloga social sobre el insistente juicio que se emite cuando una víctima decide hablar sobre su experiencia.
Del otro lado, según la profesional, surgen inquietudes en el interior de la persona afectada, quien se cuestiona lo siguiente: ¿Qué va a decir la gente que me conoce? ¿Van a pensar que yo tengo la culpa? Y, entonces, podría surgir la siguiente respuesta: “Mejor me quedo callada”.
Sin embargo, en días recientes, los comentarios de unas han motivado a otras.
“Las redes sociales se han convertido en un puente de solidaridad a las víctimas a falta de una justicia sólida en los tribunales”, expresó Rodríguez.
Las redes sociales son un recurso accesible, y al tantas personas estar compartiendo sus experiencias, empoderan a otras víctimas a hablar y contar sus vivencias, abundó la psicóloga social.
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La importancia de denunciar este tipo de acto
Más allá de las redes sociales, estas acciones deben tener consecuencias legales. Por tanto, la exfiscal especializada en violencia doméstica Paulette Lartigrauc recomendó denunciar este tipo de acto.
“Lo primero que debe hacer una persona (al ser víctima de abuso sexual) es decírselo, buscar ayuda psicológica y denunciar el acto para que sus acciones no se sigan repitiendo”, aconsejó.
Muchas personas tienen desconocimiento del proceso a seguir, pero la también abogada criminalista explicó que “si quieren encausar criminalmente a alguien, todo empieza con una denuncia, entrevista, examen físico, testigo, evidencia”.
Como parte de su experiencia como fiscal especializada en violencia doméstica, por lo general, muchas víctimas no quieren pasar por este proceso, porque podría tomar meses. Además, la persona afectada tendría que testificar y enfrentar a su acosador.
“Cuando vas con la verdad, no tienes que temer”, aconsejó la licenciada a las víctimas que tienen miedo a este proceso. “Al tener la valentía (de hablar) van a poder ayudar a otras personas a que no pasen por la misma experiencia”, abundó la exfiscal.
Casos de Pauwii y Yatea PR irían al Tribunal Federal
Los casos específicos de las empresas Pauwii Swimwear, liderada por Julius Ortiz, y Yatea PR, a cargo de Javier Marrero, se podrían atender en un tribunal federal. Como los intercambios entre las víctimas y los empresarios ocurrieron por mensajes de texto y mediante redes sociales, aplican las leyes federales de telecomunicaciones, explicó la licenciada Lartigrauc.
En Puerto Rico, para que haya consentimiento, la persona debe tener un mínimo de 16 años. Sin embargo, en varios testimonios publicados en las redes, hablan niñas de 14 y 15 años sobre el acoso por parte de Ortiz y Marrero.
Líneas de ayuda
Si usted, algun familiar o amigo es víctima de abuso sexual, puede llamar:
1. Línea de ayuda 24/7 para mujeres en situaciones de violencia: (787) 489-0022
2. Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud: (787) 510-6506