Fotos y vídeo por Ana María Abruña Reyes
“A la mar me llevan sin razón”, cantó la artista afroperuana Susana Baca para iniciar, la noche del jueves, una velada musical de hora y media en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico. Navegó, junto a su orquesta, por el filin, la plena, los cantos andinos y homenajes a la música puertorriqueña. La intérprete se expresó emocionada en cada tonada: al terminar una canción daba las gracias y con cada agradecimiento ofrecía una nueva canción. Fue un repertorio de sus clásicos que recibió vítores del público en todas sus notas.
El espectáculo formó parte de la Cumbre Internacional de Afrodescendencia que se celebra, principalmente, en la Facultad de Estudios Generales del recinto de Río Piedras desde el 21 de marzo. Baca es invitada de honor.
La tonada del Congo, Hombre negro, Por tu ventana dormida, versos del poeta peruano Nicomedes Santa Cruz, versos de la poeta afroboricua Mayra Santos Febres —organizadora de la Cumbre— y Poema fueron algunos de los temas interpretados. También cantó canciones de orgullo y resistencia que dedicó a las mujeres presentes en la sala: Negra presuntuosa, A Micaela Bastidas y María Landó. “María solo trabaja y su trabajo es ajeno…para María no hay madrugada, para María no hay mediodía, para María ninguna luna”.
“Nos vamos a atrever a otra cosa más, es la felicidad de estar acá. ¿Qué le vamos a hacer?”, dijo Baca antes de interpretar Bomba y plena, grabada en 2011, para su álbum Afrodiáspora. De ahí, continuó su abrazo a varias canciones boricuas acompañada con palmadas y coros de los presentes. Algunas fueron, El negrito bonito, del cantautor Roy Brown, y Las caras lindas, compuesta por el guayamés Catalino Curet Alonso. “Que cuando pasan frente a mí se alegra de su negrura todo el corazón”, dice la canción atinadamente escogida para este encuentro de la comunidad universitaria con la vida cultural de su campus.
Baca no es la primera artista que se presenta en el Leopoldo Santiago Lavandero desde que se decretó la pandemia por el coronavirus en marzo de 2020, pero su función sí dejó impresión de novedad. Trajo consigo ese hilo, ya roto, de emoción que por décadas relacionaba a los universitarios con su teatro principal.
El concierto culminó con un junte para entonar Sorongo, también de Curet Alonso. A la tarima se sumó con su trombón el músico loiceño William Cepeda —que abrió el concierto con sus caracoles y un cuarteto— y con su flauta Carlos Sánchez, decano de Generales —quien dio uno de los mensajes de bienvenida de la noche haciendo énfasis en la importancia y la alegría que provocaba que los estudiantes estuvieran de nuevo en el Teatro de la UPR—.
La Cumbre Afro continúa hasta el 27 de marzo.