Fotos de Nahira Montcourt
La lucha por erradicar la violencia de género es firme y fuerte, y a la vez, se fundamenta en el anhelo de quienes la impulsan por vivir en amor, paz, cariño y ternura.
“Creemos en la posibilidad de que, tanto la lucha como la ternura, pueden coexistir”, expresó Myrangely Méndez al iniciar la vigilia Ternura radical: antídoto a la violencia –organizada por Siempre Vivas Metro–, celebrada este jueves frente a la torre de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP).
“A pesar de que hay música y venta de artesanías, esta no es un actividad como cualquier otra en la que se viene solo a disfrutar o a estar entre amistades porque también se viene a hablar de un tema muy duro, muy difícil, pero que es muy real y que, lamentablemente, todavía nos acompaña en Puerto Rico”, continuó Méndez, quien fungió como moderadora de la noche, y quien es estudiante del recinto e integrante del colectivo Siempre Vivas Metro.
A las 6:30 de la tarde, con el cantar del coquí de fondo, ya había iniciado la actividad, que contó con la participación musical de las tunas Magisterio de la luna, Las romanceras y Alondras de Puerto Rico. Como parte del programa, Ché Vázquez, Jme Rodríguez Pérez y dos estudiantes de la Escuela Secundaria de la Universidad de Puerto Rico (UHS), quienes leyeron poemas a tono con los propósitos de la vigilia: recordar y honrar a las víctimas de violencia de género de este año y reconocer a las mujeres que siguen resistiendo y luchando contra los feminicidios.
Uno de los momentos más emotivos de la velada fue cuando integrantes de Siempre Vivas Metro leyeron los nombres de las víctimas de feminicidios que han ocurrido durante este 2024. Unos 57 nombres fueron mencionados, recordados y honrados. En ese mismo tono de solemnidad, se narraron las historias de tres víctimas, entre ellas una de una niña de tres años de edad, Jossedrielys de León Rivera, asesinada el 18 de octubre de 2024 en Toa Alta. La vida de esta niña terminó trágicamente cuando su padrastro, en un acto de violencia, se la quitó de un golpe.
En esa instancia de rotundo silencio del público y quebranto de la voz de quien leía, fue necesario que se acercaran otras integrantes de Siempre Vivas Metro para que le sirvieran de acompañamiento sincero y fortalecedor a la joven que tuvo la valentía de contar al micrófono esa tragedia. Precisamente, Siempre Vivas Metro es una organización feminista que desde el acompañamiento solidario, el activismo, el desarrollo de alianzas y la educación, trabaja y lucha por los derechos, la justicia y la equidad.
“La violencia de género arrebata vidas todos los años. Por eso estamos aquí, porque nos atrevemos a denunciarla, a luchar y a unirnos en la esperanza de que llegue el día en el que podamos terminar el año y decir que no murió ni una sola mujer a manos de una pareja o familiar. Ahora mismo esa es mi petición: terminar el año sin más feminicidios, que podamos pasar Acción de Gracias, Navidad y Despedida de Año con todas aquí”, dijo la moderadora para cerrar esa parte de esta vigilia.
Otro momento especial de la noche fue cuando se extendió una invitación al público a reflexionar en silencio y a traer al pensamiento las vidas de las mujeres que se honraron durante la velada. Con una vela prendida entre las manos, en silencio y reflexión, las personas presentes fueron acercándose a un pequeño altar a dejar esa luz.
“Cada vela representa la memoria de una víctima, pero también el compromiso de cada une de nosotres con la lucha y la solidaridad contra la violencia de género”, decía la moderadora, mientras la gente colocaba la vela encendida en el altar.
Al finalizar, luego de agradecer a las artesanas y organizaciones auspiciadoras que dijeron presente por “poner el corazón en esta actividad”, las palabras que inundaron el escenario, fueron: “tenemos que transformar la rabia, el dolor, la frustración, el sentido de impotencia en unión colectiva, en esperanza, en la defensa del derecho que tenemos a vivir en paz. La ternura radical es nuestra bandera”.
Siempre Vivas Metro es una organización adscrita a la Escuela Graduada de Trabajo Social Beatriz Lassalle y al Centro de Investigaciones Educativas de la UPR-RP. Es una iniciativa hermana del proyecto Siempre Vivas, fundado en 1997 en el Recinto Universitario de Mayagüez. Lleva seis años realizando esta vigilia en memoria de las víctimas y las sobrevivientes de violencia de género en el país.