(Suministrada)
La educación con perspectiva de género es una de las estrategias que más efectivas han probado ser para combatir la violencia de género, sin embargo, los esfuerzos para impulsarla como parte de la política pública del gobierno son mínimos.
Aunque esta visión está respaldada por convenios de instituciones internacionales, cualquier acción para implementarla es paralizada e, incluso, solo su mención incomoda a funcionarios, como la representante Lourdes Ramos, quien no pudo evitar el gesto de torcer sus ojos cuando el concepto fue abordado durante la inauguración de las instalaciones de la Unidad de Protección a Víctimas de Violencia de Género, en Guaynabo.
En la actividad, desfilaron funcionarios y funcionarias que repetían dos palabras: educación y prevención.
No obstante, cuando se trae a la atención la importancia de incluir en el currículo escolar una educación que invite a reflexionar sobre las diferentes posiciones que ocupan los hombres y mujeres en la sociedad, la diversidad de los géneros, los estereotipos y las situaciones de discrimen, entre otros aspectos, las reacciones son contrarias.
“Nuestro plan interagencial, y lo que nosotros trabajamos, sí establecemos propuestas y el aspecto de los estereotipos es sumamente importante que eso se lleve a nuestros niños. Pero yo no soy la secretaria de Educación. No me compete a mí cambiar los módulos. Sí se han hecho propuestas, pero también no es solo el aspecto de equidad de género, porque, volvemos a lo mismo, es un complemento de todo, equidad de género, violencia en el noviazgo. Nosotros se lo presentamos y está dentro de nuestro plan estratégico. Se lo presentamos a todas las agencias. En cuanto al Departamento de Educación, la política pública de la procuradora es que sí se establezca, pero depende del secretario de Educación establecer los módulos para ello”, contestó la procuradora de las Mujeres, Lersy Boria, a la pregunta de por qué, si hacen énfasis en la educación y en la prevención, la perspectiva de género no se ha impulsado con insistencia desde su oficina.
¿Qué propuestas concretas ha presentado su oficina?
En cuanto a Educación, en particular, nosotros presentamos los módulos de violencia en el noviazgo y también el aspecto de perspectiva de género. Nosotros se lo presentamos, lo tiene el Departamento de Educación, y ellos, pues, establecen ya sea carta circular, ya sea algún módulo, lo que se va a presentar a los niños…
Usted lo entrega y presenta, pero ¿le han dado alguna respuesta?
Eso fue bajo la exsecretaria Julia Keleher. Con el actual secretario, trabajamos los módulos de violencia en el noviazgo. Lo mismo, le damos una guías para que, entonces, ellos establezcan esos módulos… Con el aspecto de perspectiva de género, pues nosotros presentamos propuestas, pero no se han hecho los módulos.
“No podemos tener estadísticas anecdóticas”
En la conferencia de prensa, Boria fue confrontada con estadísticas sobre asesinatos de violencia de género que no coinciden con las que pronuncia como oficiales.
La procuradora estableció que, en el 2018, hubo 26 asesinatos por violencia de género y, en el 2019, hubo 10. Según documentó la página Seguimiento de Casos, el año pasado, hubo 12 mujeres asesinadas por sus parejas y exparejas.
“Lo que sucede es que no podemos tener estadísticas anecdóticas. Me refiero a que leo en el recorte de prensa o mantengo un listado de lo que puede ser un caso de asesinato. Lo veo en titulares. Hay una mujer envuelta en un asesinato, y es lo primero que señalan al pueblo. Nosotros estamos todo el tiempo trabajando con la Policía de Puerto Rico, y llamamos y verificamos y fiscalizamos. Al final, cuando se llega a la investigación, es trasiego de drogas, pero se quedó como feminicidio”, reaccionó Boria.
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Guaynabo inaugura inmediaciones de la Unidad de Protección a Víctimas de Violencia de Género
Las expresiones anteriores se dieron en el marco de la inauguración de la Unidad de Protección a Víctimas de Violencia de Género, en el Medical Mall en Guaynabo.
La sargenta Yamarie Rivera explicó que para recibir asistencia y acompañamiento, la persona no tiene que haber radicado una querella o haber diligenciado una orden de protección. Mencionó que el personal inicia el ofrecimiento de sus servicios psicológicos, legales y de orientación en el momento en que se recibe una llamada, una persona llega hasta las inmediaciones o alguien es referido por la policía.
Se especificó que la unidad cuenta con tres agentes protectores, dos investigadores y seis agentes capacitados para trabajar casos de violencia de género. Estos últimos están adscritos a otras unidades, pero están adiestrados por si se requieren. Además, el equipo cuenta con dos trabajadores sociales, un psicólogo y un abogado.
“El agente protector va a trabajar con esa víctima y la acompañará durante todo el proceso judicial, si hay que llevarla a un albergue, y si se lleva a su residencia se verifica que el lugar sea seguro. Si hay un proceso judicial, el psicólogo y el abogado se reúnen con la persona para que vaya segura a la vista”, indicó Rivera.
La sargento añadió que el personal formó parte de talleres en los que se señalaron las razones por las que una víctima de violencia de género retira los cargos contra su pareja o expareja y sobre cómo tener acercamientos desde la empatía. También, aseguró, se han nutrido de las experiencias del personal del Hogar Ruth.
El alcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero, mencionó que esta división de ayuda a residentes de este pueblo inició el 15 de enero de 2019 y, hasta entonces, ha atendido a 112 personas, entre las que se encuentran mujeres, hombres, representantes de la comunidad LGBTTQ+, menores y personas mayores. Antes de las nuevas instalaciones, el proyecto piloto se llevó a cabo el cuartel municipal.
Dijo, además, que esta unidad trabaja con el Departamento de Recursos Humanos para ofrecer los servicios a las víctimas de hostigamiento sexual.
Para recibir los servicios, puede llamar al (787) 720-5040.