Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes
El conteo más reciente de personas sin hogar reveló que las mujeres conforman un 26% de la población sin vivienda en Puerto Rico. Este porcentaje ha ido en aumento constante durante los pasados años.
En el conteo de 2022, las mujeres conformaron el 24.5% del total de las personas sin hogar, y en 2019, el 21%.
“Yo empecé a trabajar hace 14 años y, en ese momento, las mujeres constituían el 10% de esta población. Después, se vio un alza al 12%. Como a los tres años, al 15% y, desde hace como cinco años, al 20%”, informó Belinda Hill, quien es la directora ejecutiva de Solo por Hoy, organización de base comunitaria dedicada a proveer estabilidad de vivienda.
La cantidad de mujeres sin hogar puede ser mayor a la reflejada en el informe, que realiza el Departamento de la Familia.
La directora ejecutiva de la organización comunitaria Hogar Ruth, Lisdel Flores Barger, indicó que, en efecto, “el conteo refleja un aumento en la población de mujeres”.
Sin embargo, enfatizó que se debe tener en cuenta que la mayoría de las mujeres sin hogar que se atienden en organizaciones como la que ella lidera son víctimas de violencia doméstica y que “esa noche [del conteo] esas mujeres posiblemente estaban ubicadas en un albergue o un proyecto de vivienda transitoria y que no fueron contabilizadas como que están en la calle. Pero el estar en un albergue de violencia doméstica se considera un estado de sinhogarismo”.
Al preguntarle a Flores Barger por qué considera que la población de mujeres sin hogar continúa aumentando, la también trabajadora social respondió que “las mujeres son las más vulnerables cuando hay crisis y, sobre todo, cuando hay crisis económica”.
“Si tomamos en consideración el porciento de la población que está en un estado de pobreza, en su mayoría son mujeres. Así que eso las vulnerabiliza aún más. A través de todas las situaciones y las crisis que han ocurrido en el país, ha incrementado la necesidad de nuestras mujeres jefas de familia porque ya los costos en alquiler, los costos en vivienda no son accesibles para una mujer que tiene un trabajo normal. Para las mujeres que están en un estado de más vulnerabilidad, la situación es aún más compleja”, añadió.
El 64% de estas mujeres enfrentan el problema del sinhogarismo por primera vez y el 53.9% de ellas no están albergadas.
El estudio reveló que la mayor concentración de mujeres sin hogar se encuentra en el área metropolitana, especialmente en San Juan y Vega Alta, representando un 41.2% y un 23.2% respectivamente. Le siguen los municipios de Vega Baja con un 9.2%, Arecibo con un 8.5% y Bayamón con un 3.5%
Igualmente, se destaca que la mayoría de las mujeres sin hogar pertenecen al grupo de edad de 35 a 44 años.
La violencia doméstica es la razón principal para el sinhogarismo entre las mujeres sin hogar
El mismo informe de personas sin vivienda indica que un 37% de las mujeres sin vivienda atraviesan una situacion de violencia de género, violencia doméstica o de pareja, agresión sexual o acoso.
Precisamente, debido a que estas violencias son la causa principal para el sinhogarismo entre las mujeres sin hogar, las organizaciones han enfocado sus esfuerzos en proveer ayudas para atender traumas.
Hill mencionó que, al tener en cuenta la necesidad de las mujeres víctimas de violencia, “la disponibilidad de servicios primarios que hay para mujeres son para mujeres víctimas de violencia de género. Estos servicios están súper cubiertos, bien distribuidos, bien responsables y responden a las necesidades”.
Los servicios que se ofrecen se enfocan en salvaguardar la seguridad de las participantes que soliciten ayuda al reducir la cantidad de tiempo en que una familia o individuo se encuentre huyendo o intentando huir de algún tipo de violencia, y albergarlos de manera permanente lo más rápido posible.
Aunque es esencial que existan estas ayudas para víctimas de violencia de género, Flores Barger mencionó que hay una escasez en recursos para las mujeres sin hogar que no son víctimas de este tipo de violencia.
“Existen albergues y proyectos para víctimas de violencia de género. Sin embargo, para mujeres solas, mujeres que estén en una situación de un riesgo inminente, de perder su hogar o que estén en la calle, pero que no son víctimas de este tipo de violencia, no hay programas solo para mujeres. Lo que hay son proyectos que se comparten con hombres. No existen proyectos como tal dedicados a mujeres sin hogar, sin la peculiaridad de que sean víctimas de violencia de género”, elaboró.
En el conteo también se indagó sobre el uso de drogas o uso de alcohol (34.1%), los problemas familiares (24.6%), problemas financieros (18.0%) y problemas de salud mental (17.4%) como razones por las que las mujeres están sin hogar.
Además, se observó que un notable 39.4% de las mujeres sin hogar se encuentran inmersas en una realidad de inestabilidad, vagando entre núcleos o familias.
Incluso, Hill hizo hincapié en un hecho sin precedentes: Solo por Hoy está brindando asistencia a madres solteras que viven junto a sus hijos en automóviles.
“Duermen en el carro con un miedo brutal de que se le meta el Departamento de la Familia y les remuevan a sus hijos”, mencionó la también fundadora de la organización sin fines de lucro.
Asimismo, explicó que la realidad de vivir en un automóvil para madres solteras y sus hijos puede tener diversas consecuencias negativas. Estas incluyen estrés emocional, problemas de salud física y mental, dificultades en el desarrollo infantil, obstáculos educativos y la posibilidad de enfrentar estigma y discriminación social.
Más personas experimentan el sinhogarismo por primera vez: otro síntoma del desplazamiento
El mismo informe de personas sin hogar reveló que un 52.6% de los entrevistados experimentan el sinhogarismo por primera vez. La causa del aumento en esta población puede estar directamente relacionado con la crisis de vivienda asequible que se está observando en Puerto Rico actualmente, según Hill.
“Nunca habíamos visto este alza. Es inusual. Antes, las personas sin hogar por primera vez representaban un 15% a un 20%. Un 52% es un aumento significativo”, enfatizó.
Hill considera que el incremento de las personas sin hogar por primera vez se debe al aumento en los costos de alquileres que, muchas veces, terminan en procesos de desahucio.
“Antes, yo recibía, dos veces al año, una llamada del tribunal directamente de un juez para ubicar a una persona que estaba siendo desahuciada. Ahora, eso me ocurre dos veces a la semana”, ejemplificó.
Esa cantidad de llamadas con relación a procesos de desahucio aumenta a tres veces en semana cuando son directamente de las personas que acaban de recibir una carta del arrendador en la que se les notifica que su contrato no será renovado.
“No hay suficiente vivienda pública disponible para ubicar a toda la gente que va a ser desahuciada”, explicó.
Al toparse con un proceso largo de reubicación, las familias que son desahuciadas recurren a quedarse con otros familiares.
“Vamos a decir que tú tienes un apartamento de dos cuartos, en donde vives tú y tu hija. Desahucian a tu hermano, a la esposa y a los cuatro hijos los desahucian. Tú le vas a decir ‘no, vente con nosotros’, pero tú estás alquilada y tu arrendador te dijo que era para dos personas y ahora tienes ocho. Aparte de que una unidad de 100 pies cuadrados albergando a esta cantidad de individuos es hacinamiento”, enunció.
El hacinamiento, conforme con la Biblioteca Nacional de Medicina, ocurre cuando “el número de ocupantes de una vivienda excede la capacidad del espacio disponible, ya sea medido como habitaciones, dormitorios o superficie”.
Según la misma biblioteca médica de los Estados Unidos, estudios han indicado que existe una conexión directa entre la falta de espacio y los efectos negativos en la salud, tales como enfermedades infecciosas y trastornos mentales. Además, los investigadores han establecido una relación entre el hacinamiento y un rendimiento educativo deficiente.
“En efecto, no son las condiciones en que ningún ser humano debe estar, y eso es lo que se avecina”, expresó Hill.
La directora agregó que los casos de hacinamiento, eventualmente, se convierten en casos de personas sin hogar.
“El país se ha vuelto insostenible para la clase media baja”, sostuvo.
Hill puntualizó en la necesidad de la colaboración del Gobierno, pues considera que se necesitan más servicios de salud física y salud mental para estas personas vulnerabilizadas por un sistema deficiente.
“En el archipiélago, tenemos un problema horrible de vivienda asequible. Ahora mismo, nosotros tenemos unos programas vivienda permanente, algunos con servicios de apoyo y otros no, y dentro de esos programas de múltiples proveedores de servicios, nosotros tenemos una lista de 63 familias que previamente eran sin hogar, que están en nuestros programas, que duermen seguros. Recientemente, han sido notificados de que sus contratos no se van a renovar. ¿A dónde las vamos a poner?”, se pregunta.
“Los arrendadores simplemente dijeron ‘no’. Ahora 63 personas se avecinan a empezar a enfrentar el proceso de un desahucio”, añadió la lideresa.
¿Necesitas ayuda?
Las personas sin hogar tienen derechos. Acceda a este enlace para leerlos. Si necesitas acompañamiento para acarrear un proceso de desahucio, puedes llamar a Ayuda Legal Puerto Rico al 787-957-3105. Asimismo, puede comunicarse con Solo por Hoy al 787-957-3105 para recibir servicios de vivienda. Mire más recursos aquí.